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El acuerdo alcanzando entre Sanidad y el sindicato de médicos CESM, con el que se pretenden paliar las consecuencias de la falta de profesionales en Atención Primaria, no ha gustado nada al resto de sindicatos. Critican que se trata de un acuerdo «unilateral», que ... implica a una única categoría sanitaria, la de los médicos, y que no resuelve el problema estructural de la sanidad en Castilla y León.
Así lo indica Esther Quintero, representante de CCOO, quien insiste en que cualquier negociación debe tener lugar en la mesa sectorial, donde están representados todos los sindicatos y todos los colectivos profesionales. Y, en este caso, se ha negociado solo con el CESM, que representa únicamente a los médicos, y se han acordado medidas solo para los facultativos de Primaria.
«Cuando un médico atiende a un paciente hay también un enfermero, un auxiliar de enfemería, un auxiliar administrativo...», recuerda Quintero. Pero eso no se ha tenido en cuenta y, para salvar el grave problema que sufre la Atención Primaria, donde se han creado listas de espera y demoras de más de una semana en las citas, se ha hecho un pacto con los médicos.
Conforme al mismo, se apuesta por las horas extras retribuidas para garantizar que los médicos atiendan a los pacientes en 45 horas máximos. «Es un parche», asegura Quintero, en caso de que llegue a funcionar, pues no abordar el verdadero problema estructural: la falta de profesionales, las jubilaciones y prejubilaciones sin cubrir y lo poco atractivo de los puestos.
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Además, la representante de CCOO asegura que los médicos acabarán quemándose, pues van a tener que estar trabajando más horas y su vida privada quedará condicionada. Y la situación solo va a ir agravándose. El aumento de las pensiones ha derivado en un buen número de jubilaciones anticipadas, hartos de las «malas condiciones», y quedan todavía muchas jubilaciones por abordar.
La situación no es mucho mejor en el HUBU, recuerda por otra parte Quintero. También falta personal y la plantilla «está sobrecargada». No hay gente suficiente para cubrir descansos, permisos, días de libre disposición, así que los compañeros se cubren entre unos y otros, lo que al final sobrecarga. Y también hace que muchos se lo piensen dos veces a la hora de coger un permiso.
Esther Quintero reconoce que sabe de casos de sanitarios que han recortado permisos a los que tienen derecho por no dejar colgados a sus compañeros, o que directamente han optado por no coger un día libre porque no había remplazo. Y es una situación que se da en todos los servicios del hospital, y en todos los colectivos profesionales, admite.
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