Un hombre corre acompañado de su perro EP

El BOE aclara que no hay límite horario para los paseos y el deporte dentro de las franjas horarias

Sanidad finalmente no obliga al uso de mascarillas a runners y ciclistas pero prohíbe el uso del vehículo para desplazarse a la zona de actividad física | La orden pide a los deportistas que no se paren en la vía pública y autoriza a correr, andar o pedalear en espacios naturales

Viernes, 1 de mayo 2020, 08:20

El Boletín Oficial del Estado (BOE) aclara este viernes algunas de las dudas que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, no pudo despejar este jueves sobre la autorización a partir de mañana de paseos y actividad física para los adultos. La orden de Sanidad 380/ ... 2020 finalmente no establece límite horario para esas salidas a caminar, hacer deporte o simplemente tomar el aire. Los adultos podrán estar en la calle todo el tiempo que deseen, eso sí siempre dentro de las franjas horarias ya conocidas: deportes y paseos de 6 a 10 y de 20 a 23 horas; mayores de 70 años y dependientes de 10 a 12 y de 19 a 20; y niños de 12 a 19 horas.

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Los menores, por el contrario, seguirán con sus salidas limitadas a una hora diaria máxima dentro de su franja, según establece la instrucción que reduce, además, en cinco horas su anterior turno de salida inaugurado el pasado domingo y que iba de 9 de la mañana a 9 de la noche.

Otras dudas que resuelve esta mañana el BOE tienen que ver con la práctica de actividad física. Sanidad no ordena el uso de mascarillas para los deportes en los que debido a la velocidad se pudiera exhalar con más potencia (como el running o el ciclismo). La orden se limita a señalar que «deberá cumplirse con las medidas de prevención e higiene frente al COVID-19 indicadas por las autoridades sanitarias». Unas instrucciones que apuntan que la mascarilla es recomendable, pero no obligatoria.

Lo que sí especifica Sanidad es que los deportistas tendrán que «mantener una distancia interpersonal con terceros de al menos dos metros». El Gobierno dispone igualmente que durante la actividad física se deben «evitar los espacios concurridos, así como aquellos lugares donde puedan existir aglomeraciones».

Sin interrupción

Las instrucciones de Sanidad, además, subrayan que, «en la medida de lo posible» la actividad física debe realizarse de «manera continuada evitando paradas innecesarias en las vías o espacios de uso público». «Cuando en atención a las condiciones físicas de la persona que está realizando la actividad sea necesario hacer una parada en las vías o espacios de uso público, la misma se llevará a cabo por el tiempo estrictamente necesario», señala la instrucción de Sanidad.

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La orden del departamento que dirige Salvador Illa especifica que los paseantes y deportistas sí que podrán «circular por cualquier vía o espacio de uso público, incluidos los espacios naturales y zonas verdes autorizadas, siempre que se respeten los límites establecidos en esta orden». O sea, no salir del municipio de residencia.

Lo que sí que está prohibido es «hacer uso de vehículo motorizado o del transporte público» para ir al lugar del paseo o la actividad física.

La orden además deja meridianamente claro que «no estará permitido el acceso a instalaciones deportivas» que ya habían sido cerradas al inicio de la pandemia.

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El Gobierno, en su instrucción, insta a las «entidades locales» a «facilitar el reparto del espacio público a favor de los que caminan y de los que van en bicicleta, en ese orden de prioridad». O sea, que se restrinja el tránsito de vehículos para dar más espacio a peatones y ciclistas a fin de que puedan mantener la distancia social.

La limitación horaria, como ya adelantó el jueves el ministro Illa, no afecta a los vecinos de los municipios de menos de 5.000 habitantes (el 12% de la población del país), que si lo desean pueden estar en la calle 17 horas seguidas, de 6 a 23 horas.

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El Ejecutivo de Pedro Sánchez, en la exposición de motivos de la orden, defiende que la autorización para salir para hacer ejercicio« es una medida de equidad, ya que las condiciones de las viviendas y los estilos de vida no son iguales en todos los hogares, por lo que la declaración del estado de alarma supone un impacto desigual en la población, afectando especialmente a aquellos hogares que viven en condiciones de vida de mayor vulnerabilidad».

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