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Las parejas buscan detalles para salir de la rutina y celebrar su amor cada 14 de febrero. Esto es sencillo en Burgos, una ciudad que además de destacar por el frío es muy romántica, con planes sencillos para impresionar a tu media naranja en San ... Valentín o cualquier otro día.
Uno de los planes de San Valentín imprescincibles es compartir una experiencia gastronómica juntos, ya sea el desayuno, la comida o la cena. Siempre está la opción de probar un nuevo restaurante o cafetería, pero también sorprender con un plato hecho por uno mismo e, incluso, cocinar juntos cualquier receta de San Valentín.
Al final, lo importante es pasar tiempo juntos, por ejemplo, al dejarse llevar por las zonas más románticas como el paseo del Espolón, el paseo de la Isla y Fuentes Blancas. Sin embargo, el lugar romántico por excelencia es la Catedral y así lo demostró la pareja que se hizo viral desafiando a 'Filomena' con un beso en Burgos.
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N.M.J / ICAL
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Yolanda Fernández Blanco
También se puede disfrutar de un momento especial en el mirador del Castillo, donde contemplar el paisaje de toda la ciudad. Además, alrededor hay unos jardines por los que pasear y tomar alguna fotografía. Para las parejas que viajan a la ciudad para disfrutar de San Valentín es importante saber qué ver y dónde tapear en Burgos en un día.
A partir de cierta hora, el frío se hace notar y apetece resguardarse. Entonces, puede ser interesante ir al cine, ver una película en casa o jugar a juegos de mesa juntos. Y, por supuesto, compartir aficiones juntos. También es buena idea hacer turismo por la provincia y descubrir los pueblos burgaleses más bonitos.
Además, la capital burgalesa esconde historias de amor. Es el caso del popular Papamoscas que señala las horas en el interior de la Catedral. La leyenda cuenta que el rey Enrique III 'El Doliente' acudía a rezar y un día cruzó miradas con una dama. Así, el monarca la siguió para descubrir dónde vivía, sin atreverse a hablarla.
Pasaron los días hasta que la dama dejó caer un pañuelo a su lado. Enrique III lo guardo cerca de su corazón y le entregó el suyo. Sin embargo, no intercambiaron ninguna palabra, por lo que la joven salió de la Catedra envuelta en lágrimas y soltó un lamento que resonó por todo el interior. El rey regresaba cada día con la esperanza de reencontrarse con la dama, pero sin éxito. Finalmente, decidió ordenar la construcción del Papamoscas en recuerdo de su enamorada.
Esta es solo una de las leyendas que esconde Burgos, la cual demuestra que, al final, compartir experiencias en pareja es la mejor forma de pasar San Valentín, aunque quien quiera tener algún detalle extra puede regalar flores, un poema o bombones.
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