Las reservas de agua se mantienen en España y suben los pantanos catalanes que dejan de ser el 'farolillo rojo'

En total, los embalses almacenan actualmente 37.153 hectómetros cúbicos (hm3), unos diez mil más que hace un año cuando contaban con 27.033 y estaban al 48% de su capacidad, doce puntos menos que ahora. La situación actual también mejora en 650 hectómetros cúbicos la media de los últimos diez años: 36.499 hm3 y el 65% de su capacidad.

El avance más significativo se ha producido en las cuencas internas de Cataluña, que siguen incrementando sus reservas gracias a las aportaciones de las lluvias del mes de mayo (esta semana en Girona se han recogido casi 12 litros poe metro cuadrado, la máxima de España) y del deshielo del Pirineo. Si la semana pasada ya avanzaban 5,6 puntos hasta alcanzar un 23,8%, en estos últimos siete días han continuado subiendo. Han ganado doce hectómetros cubicos y ya se encuentran al 25,5% de su capacidad. Por primera vez este año dejan de ser el farolillo rojo de las cuencas hidrográficas españolas. Toma el relevo la cuenca del Segura (24,2%), que también está atravesando dificultades por la larga sequía que azota a esa zona de Murcia y el Mediterráneo oriental

En concreto, las cuencas internas de Cataluña tienen 173 hm3 de agua acumulados, según la última actualización del informe y ya están algo por encima de las cifras del año pasado (171 hm3 y 25,2%), aunque lejos de la media de los últimos diez años (531hm, 78,5%%).

La más beneficiada ha sido la cuenca del Ter-Llobregat, que alimenta a los embalses de Girona y Barcelona. En esta última provincia, el agua embalsada es de 74 hectómetros cúbicos, el 27% de su capacidad, cuatro puntos más que hace solo una semana. En marzo de este mismo año, los pantanos barceloneses estaban al 8% de su capacidad, es decir en dos meses han triplicado sus cifras. Esta nueva situación ha permitido al gobierno de la Generalitat poner fin a la emergencia por sequía y suavizar las restricciones de agua para hogares, agricultores, industria y turismo.

Por ámbitos geográficos, el Cantábrico Oriental se encuentra al 83,5%; el Cantábrico Occidental, al 89,8%; el Miño-Sil, al 88,4%; Galicia Costa, al 86,2%; las cuencas internas del País Vasco, al 90,5%; el Duero, al 91,4%; el Tajo, al 80,3%; el Guadiana, al 51%; el Tinto, Odiel y Piedras, al 84,2%; el Ebro, al 73,9% y el Júcar, al 55,5%.

Por debajo de la mitad continúan el Guadalete-Barbate, al 30,2%; el Guadalquivir, al 47%; la cuenca mediterránea andaluza, al 31,8%; las cuencas internas de Cataluña al 25,5% y el Segura, al 24,2%.

La situación más crítica en España la está atravesando la cuenca del Segura, que almacena en su conjunto 276 hectómetros cúbicos y apenas supera el 24% de su capacidad, a la cola de todas las cuencas nacionales. El año pasado por estas fechas contaba con 380 hm3, el 33% de su capacidad, nueve puntos por encima que en la actualidad. En el sur peninsular, tras el Segura, los peores dígitos los presentan la cuenca del Guadalete-Barbate y la Mediterránea andaluza, ambas algo por encima del 30% de su capacidad.

En cuanto a los embalses de la cuenca del Guadalquivir, otra de las zonas más necesitadas de agua y que representan en torno al 73% del total de la capacidad de reserva de agua en Andalucía, han perdido 20 hectómetros cúbicos en una semana sin lluvias en la región. En un año sus embalses han sumado 1.834 hm3 de agua y hoy se encuentran 23 puntos por encima de la misma semana de 2023.