Giovanni Angelo Becciu, revestido de carcenal. AFP

Renuncia al cardenalato un alto cargo del Vaticano por una operación inmobiliaria

La Santa Sede no aclara los motivos que llevan a que el implicado en la polémica, , también dimita como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos

Dario Menor

Roma

Jueves, 24 de septiembre 2020, 21:58

Bombazo en el Vaticano. El Papa Francisco aceptó este jueves la renuncia a su cargo como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de sus derechos como cardenal de Giovanni Angelo Becciu, que ya no podrá participar en un cónclave. Antes ... de recibir en 2018 la birreta cardenalicia y de dirigir el dicasterio de la Santa Sede que se encarga de las beatificaciones y las canonizaciones, Becciu ocupó durante 7 años un puesto clave en el funcionamiento de la Curia romana, el de Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.

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No se conocen oficialmente las causas que han llevado al prelado a tomar esta decisión que no se veía desde que, en 2015, Keith Michael Patrick O'Brien, arzobispo emérito de Saint Andrews y Edimburgo, renunció a las prerrogativas del cardenalato tras destaparse que había abusado sexualmente de varios seminaristas.

El nombre de Becciu se vio salpicado por la compra de un edificio en un prestigioso barrio de Londres con fondos de la Secretaría de Estado cuando él desempeñaba el cargo de Sustituto. La Fiscalía vaticana tiene una investigación abierta sobre aquella polémica inversión, cuyas supuestas irregularidades supusieron que, el pasado febrero, fueran suspendidos de sus cargos el entonces director de la Autoridad de Información Financiera de la Santa Sede, Tommaso Di Ruzza, y el sacerdote Mauro Carlino, antiguo secretario personal de Becciu, además de otros funcionarios de la Secretaría de Estado.

En junio fue arrestado Gianluigi Torzi, intermediario de aquella operación, tras ser acusado de los delitos de extorsión, blanqueo de capitales y estafa. La Secretaría de Estado habría gastado más de 177 millones de euros en la compra del edificio londinense. Becciu siempre se defendió asegurando que se trataba de una buena inversión y que no se usó el dinero del Óbolo de San Pedro, el fondo que recoge las limosnas que los fieles hacen para mantener la caridad del Papa.

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