En las duras y a las maduras. Y este año han tocado las duras. Ilusiones truncadas para las parejas que este año habían decidido formalizar su relación, pues muy pocas han sido las que han podido contraer matrimonio. Y menos las que lo han ... hecho tal como lo habían planeado. La covid-19 ha convertido lo que, para muchos, es uno de los mejores días de su vida en fuente de miedo e incertidumbre.
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Aquellos 'locos' que habían previsto casarse en los primeros meses del año, los menos llamativos para este tipo de ceremonias, han sido los (casi) únicos afortunados que han cumplido su sueño. Con la llegada del coronavirus se sucedieron cancelaciones y aplazamientos. Los más optimistas, reprogramaron para otoño, pero al final el virus se ha impuesto y muchas parejas han acabado llevando los enlaces a 2021.
Es lo más habitual tras un año marcado por la incertidumbre y el «caos», afirma Javier Rodríguez Velasco, canónigo de la Catedral de Burgos, quien afirma que ha habido mucha incedisión entre las parejas. Llamaban, preguntaban, valoraban retrasar los enlaces y, finalmente, optaban por aplazarlos a 2021, confiando en que la situación sanitaria esté más controlada y las bodas se puedan celebrar sin riesgos.
En la Catedral estaban previstas unas 50 ceremonias, más o menos la misma cifra que en 2019, aunque se nota un descenso en los enlaces. Hace no muchos años se podían llegar a celebrar hasta un centenar al año, recuerda el canónigo. Ahora la cifra es mucho más modesta. Y de las 50 bodas registradas, el 90% se han trasladado a 2021, aunque también ha habido algunos novios que han optado por buscar parroquias más pequeñas para hacer bodas íntimas.
En febrero hubo tres enlaces, pero tras el confinamiento no se retomaron hasta el mes de agosto, cuando hubo dos. En septiembre se han programado otras dos, el mismo número que en diciembre, aunque estas todavía están en el aire dada la evolución de la pandemia. Y, en todos los casos, los enlaces se han celebrado con aforos reducidos y muchas medidas de seguridad, recuerda Rodríguez Velasco.
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Lo mismo ha ocurrido en la parroquia de San Nicolás, la que más ceremonias nupciales acoge de toda la provincia. Elías González, su párroco, afirma que tenían previstas unas 45 bodas para los meses centrales, de mayo a septiembre, pero solo se van a celebrar 8. Cinco ya han tenido lugar y el resto se van a celebrar entre septiembre, octubre y noviembre. El 95% de las parejas han decidido aplazar el enlace «automáticamente», buscando fechas similares en 2021.
Además, solo una pareja se ha acercado para reservar fecha en 2021, aunque el párroco confía en que otras se animen a principios de año, cuando se vea cómo evoluciona la pandemia. «Los novios están nerviosos«, reconoce, y las bodas que se han celebrado han contado con todas las medidas de seguridad. »El lugar más seguro en una boda es la iglesia«, afirma Elías González.
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Con muy poca actividad han estado en la Real y Antigua de Gamonal. Solo cuatro de las 19 bodas previstas se van a celebrar. Dos en septiembre y dos en noviembre. El resto, para 2021. Así que para el próximo año ya tienen comprometidas unas 15 ceremonias, y alguna de parejas que ya habían elegido el próximo año para sus elances. En septiembre, la que ya se ha celebrado contaba con unos 70 invitados, y la que queda pendiente rondará los 90, de un aforo de 150.
Así lo explica Marcos Pérez, el párroco, quien lamenta el descenso considerable del número de enlaces. Cuando él llego a la Real y Antigua de Gamonal se celebraban casi 40 bodas al año, pero el pasado 2019 fueron 25, y para este se habían quedado en 19. Ahora con la covid-19 se han limitado más las ceremonias y, de cara a 2021, al margen de las aplazadas costará que entren nuevos enlaces.
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El panorama no es muy diferente en las ceremonias civiles. En el Ayuntamiento de Burgos han contabilizado 35 aplazamientos de bodas solicitadas para este 2020. Se han cancelado otras 13 y solo se han celebrado una veintena, entre marzo y septiembre. Hubo parejas que se iban a casar en abril y mayo que decidieron aplazar el enlace a septiembre, que está siendo un mes más animado, explican en el Consistorio. Aun así, nada que ver con las cifras de años anteriores.
En 2019, en los meses del confinamiento, se habían celebrado ya 71 bodas, y solo entre julio, agosto y septiembre fueron 90. Este año, solo se han celebrado una veintena tras el confinamiento, y muchas de ellas en septiembre. Eso sí, no han entrado nuevos enlaces para el 2020, y las parejas que solicitan lo hacen ya pensando en el próximo año.
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