«No puede ser que los niños estén encerrados en casa y los perros de paseo todo el día»

«No podemos estar toda la ciudad confianda y los dueños de perros paseando todo lo que quieren por ahí», manifiesta una vecina que se muestra claramente a favor de la nueva restriccción. «Tenemos a los niños encerrados y a los abuelos aislados y los perros por ahí tan campantes, eso no puede ser», sentencia.

De su lado otros burgaleses opinan de forma similar, consideran que las mascotas «han sido la excusa» para saltarse el confinamiento durante la última semana. En este sentido, un vecino argumenta que «hay mucho irresponsable que se coge al perro para quedar con amigos que también tienen perro» y afirma haberlo visto en los parques de su barrio.

No obstante, la fama generada por algunos ciudadanos no debe enturbiar lo «esencial» del asunto: «el bienestar y la salud de las mascotas» en estos días de cuarentena. Así lo declara una joven que, a pesar de no tener mascota, entiende que los perros necesitan «aire» y «ejercicio» para estar bien porque a ellos «no se les puede hacer razonar sobre la situación». Además, recuerda que los animales ni padecen ni transmiten la enfermedad y que «no se puede limitar a todos por la poca cabeza de algunos».

Mientras tanto, un pastor alemán olisquea la hierba del pequeño jardín aledaño a un bloque de viviendas. Su dueño cree que «va a costar mucho» no poder llevarle «a que se canse corriendo por ahí». Él explica con rotundidad que tanto él como el grupo habitual que pasea a los perros «han cumplido con las normas durante los últimos días» y que han salido «siempre por separado». «Yo procuro ir a zonas verdes cercanas a mi casa donde puede correr un poco y por donde casi no pasa gente», reconoce. Y señala que, a partir de mañana, «va a ser muy difícil tener al perro en casa tranquilo si no puede cansarse en la calle».

Por otro lado, las reacciones en redes sociales siguen igual de divididas que en la calle y el propio alcalde ha manifestado a través de su perfil de Twitter la necesidad de implementar esta norma. En lo que sí coincide la mayoría es en que, una vez más, la irresponsabilidad de unos pocos va a influir en el endurecimiento de las restricciones para todos.