El pueblo de José Luis Cuerda evita el cierre de su único bar

Las vivencias de Juan Carreño y Palmira Córcoles con su bar en esta pequeña localidad de la Sierra de Alcaraz bien podría merecer un guión de José Luis Cuerda que, de niño, jugó en sus calles y aprendió a cazar pájaros, como él mismo recordó en más de una ocasión. Sus paisajes apacibles -fue escenario de «Amanece que no es poco»- no atraen nuevos vecinos. Por ello, Masegoso es hoy otro pueblo de la lista de la «España vaciada».

Evitar la desaparición de su único bar ha sido el triunfo más reciente de quienes se afanan en salir de esta lista. Al igual que ocurrió en Fresneda de la Sierra (Cuenca) a finales del pasado año, sus vecinos no se quedarán sin el bar del pueblo gracias a las facilidades dadas a los nuevos hosteleros. Juan y Palmira sólo tendrán que pagar al Ayuntamiento una renta mensual de 20 euros, «como cantidad simbólica», dice el alcalde de Masegoso, Pedro Iniesta, que también destaca que «también les pagamos el recibo de la luz». «Un bar es lo que da un poco de vida a un pueblo como este», confiesa satisfecho el alcalde de esta localidad de la que también dependen tres pequeñas pedanías: Cilleruelo, Ituero y Peñarrubia.

Entre todas no suman ni 200 habitantes cuando en los años 50 del pasado siglo, antes de la masiva emigración de las dos décadas siguientes, llegó a contar con 1.400 vecinos. Situado entre encinares y campos de cereales, por el pueblo discurre el río Masegoso y en sus alrededores se encuentra la Laguna del Arquillo, catalogada como Monumento Natural. Ahora el 'Bar Piscina Municipal' es un recurso más para atraer visitantes.