Secciones
Servicios
Destacamos
Viendo la colonia Marconi, el mayor burdel callejero de España, y el colindante polígono industrial de Villaverde (Madrid), cualquier diría que la prostitución se ha esfumando. Pero es solo una ilusión. El coronavirus ha barrido de las calles a las prostitutas, pero muchas de ellas ... siguen ejerciendo esa actividad en habitaciones y casas alquiladas. Según un estudio de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (Apramp), «el 80% de los pisos siguen en activo, un 15% han sido cerrados y un 5% están abriendo de nuevo».
Con el decreto del estado de alerta, es muy difícil que las mujeres ofrezcan sus servicios sexuales en la calle por temor a ser desalojadas por la policía. Pero eso no impide que las prostitutas sean trasladadas a lugares más discretos. Las víctimas de la prostitución han ido desertando, antes incluso de que se desatara el miedo al virus, de las calles céntricas y las zonas abiertas. «Como ahora se han cerrado los prostíbulos, han subido los pisos particulares», argumenta la directora de Apramp, Rocío Mora.
Para la responsable de la organización, son preocupantes las conclusiones del estudio, pues el hermetismo y clandestinidad que caracterizan este mundo se están reforzando. La asociación ha contactado telefónicamente con 419 mujeres procedentes de Murcia, Madrid, Almería, Salamanca, Badajoz y Asturias, lo que supone el 75% de las mujeres que suele atender Apramp. «Los proxenetas nos han impedido el acceso en muchos casos. Están ganando los victimarios y los proxenetas, mientras la demanda de los puteros se sigue manteniendo».
«Los victimarios», prosigue Mora, «no van a perdonar las deudas pues las mujeres son una materia prima que les ha costado un dinero. Si ese cuerpo no renta, esa mujer es desechable. En cuanto presentan los primeros síntomas del COVID-19, las echan de donde estaban».
Al miedo al contagio de infecciones de transmisión sexual se suma ahora el temor a contraer el coronavirus. Como la inmensa mayoría no dispone de papeles en regla y desconoce en muchos casos el idioma, se abstienen de ir a la sanidad pública. «Muchas no notifican los síntomas, y tienen miedo de salir a la calle por si son detenidas e identificadas como inmigrantes irregulares, lo que podría suponerles un decreto de expulsión o una multa, que vendría a aumentar la deuda que tienen con el proxeneta», dice el informe. Muchas se encuentran en pisos y clubes de alterne trabajando, de modo que tienen que pagar una cantidad diaria por permanecer allí, a lo que se une la manutención, de forma que la deuda va aumentando cada día.
Por nacionalidades, el origen de las prostitutas es muy variado, y va desde colombianas (40%), dominicanas (10%), seguidas de paraguayas, rumanas y venezolanas (8%). Las españolas representan el 6%, y a continuación se sitúan cubanas, hondureñas, marroquíes, peruanas y uruguayas.
«Muchas de ellas están esperando a ver cuánto dura el estado de alarma. Las mafias procuran ahora que no enfermen para luego sacarlas al mercado. Aquí opera la ley de la oferta y la demanda», arguye Mora.
El confinamiento engrosa la deuda de las mujeres con sus explotadores, de modo que no son pocas las que recurren estos días a los contactos de clientes habituales para procurarse ingresos regulares, explica una portavoz de Médicos del Mundo, ONG que también trabaja con prostitutas. Estos días se observan menos reclamos publicitarios de servicios sexuales prendidos a los limpiaparabrisas de los coches. Pero basta una rápida consulta por la web para comprobar que el sexo de pago está a la orden del día.
Según datos del Parlamento Europeo, unos 40 millones de personas en el mundo son víctimas de la prostitución. En Europa occidental se estima que son entre uno y dos millones. El 80 % son mujeres y niñas, en su mayoría de entre 13 y 25 años.
España es el país europeo con mayor demanda de sexo pagado y el tercero en el mundo. Pocos lo admiten, pero según la ONU, el 39% de los varones españoles ha pagado en alguna ocasión por mantener relaciones sexuales con prostitutas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.