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Imagen del asesino durante el juicio. R. C.

Prisión permanente por matar y emparedar a una vendedora de la ONCE

La sentencia valora la incapacidad de la víctima para defenderse debido a su minusvalía

J.M.L.

Albacete

Miércoles, 19 de julio 2023, 09:31

La Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a prisión permanente revisable al hombre acusado de haber asesinado y emparedado a una vendedora de cupones de la ONCE.

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Los hechos ocurrieron el 19 de agosto de 2021. Ese día, el ahora condenado, Andrés Gómez, aprovechando la ... relación de amistad que mantenía con la víctima, la invitó a su domicilio para tomar una cerveza y pagarle el importe de unos cupones que le había comprado días atrás. Una vez en la casa, le abonó a María Isabel de la Rosa, de 44 años, los 50 euros que le debía y le pidió abrir un par de cupones del 'Rasca' de la ONCE que la vendedora llevaba encima.

Imagen de la víctima.

Cuando Andrés había acumulado una deuda de más de 200 euros, la vendedora le exigió que le pagara ante lo que él contestó que no tenía dinero. Se inició entonces una fuerte discusión en la que María Isabel, que tenía graves problemas de movilidad por una parálisis cerebral, cayó al suelo golpeándose en la cabeza. La mujer lo amenazó con denunciarlo y el hombre reaccionó apretándole el cuello hasta asfixiarla. Más tarde envolvió el cadáver en plásticos y la emparedó en su propia casa no sin antes quedarse con la recaudación de la vendedora -cerca de 2.000 euros- y varios cupones. Para ello encargó azulejos, cemento y arena con los que construyó un muro en una habitación. Tras emparedarla, destruyó el teléfono móvil y el terminal de venta de la víctima para dificultar su geolocalización.

Los familiares de María Isabel -vivía con sus padres y sus hermanos- estuvieron buscándola durante tres días y denunciaron su desaparición hasta que la Policía esclareció el crimen.

Arrepentido

Durante el juicio, el procesado se declaró culpable y confesó la autoría del crimen. «No sé qué me pasó por la cabeza. Me asusté y no sabía qué hacer con el cuerpo. Tengo conocimientos de albañilería y escondí el cadáver para que no oliera», indicó. Según los peritos que testificaron en el juicio, el ahora condenado no padece ningún trastorno psíquico ni tenía problemas derivados del consumo de drogas y la mujer falleció por asfixia.

La sentencia, dictada tras el veredicto de culpabilidad del jurado popular por unanimidad, coincide con la petición que la fiscalía y la acusación particular habían formulado y tiene en cuenta la incapacidad de la víctima para defenderse debido a su minusvalía así como la clara intención del asesino por ocultar su cadáver emparedándolo. La defensa, por su parte, había solicitado una pena menor por homicidio con las atenuantes de obcecación y arrepentimiento. Además, el ahora condenado deberá indemnizar a cada uno de los padres de María Isabel con 75.000 euros y cada uno de sus hermanos con 20.000 euros.

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