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Pilar Gutiérrez
Lunes, 22 de mayo 2023, 09:24
Desde su gran labor contra el coronavirus durante la pandemia, la asociación Canvida Detecction no ha cejado en su colaboración en la detección precoz de enfermedades. Un ejemplo de ello es la peculiar labor que realiza la perra 'Nai', que con su olfato confirma la ... presencia de cánceres de cuello y de garganta en diferentes muestras extraídas a pacientes. «Ha sido un intenso trabajo de muestreos y 'análisis olfativo'», cuentan sus promotores, desde que consiguieron trabajar en las instalaciones del campus gijonés (en Viesques) gracias a la iniciativa de detección de covid-19, una ardua tarea que redundó en una mayor experiencia para perros y entrenadores.
El proyecto de Canvida, pionero en Asturias desde 2018 por su área de investigación, se centra en el uso de perros en la detección de células cancerígenas. Actualmente, el equipo lo componen cuatro canes, pero solo dos se encuentran 'activos'.
La gran protagonista y «experta» de esta innovadora línea de investigación y trabajo es 'Nai', una cariñosa pastor belga malinois que lleva siendo entrenada desde joven y ahora es única en la región detectando enfermedades. A ella se le suma el simpático 'Roy', por cuyo olfato también pasan las muestras cancerígenas que llegan desde el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA).
Ambos están metidos de lleno en el proyecto actual de detectar el cáncer de cuello y garganta de forma temprana, un tipo de tumor que «carece de pruebas de cribado» y que «afecta a 300 pacientes al año en Asturias, como mínimo». Así lo declaró Agustín Ortal, su adiestrador y fundador de la asociación, quien descubrió el potencial de los canes para esta tarea gracias a otros estudios. Canvida lleva desde 2021 centrada en el adiestramiento para la detección de estos tipo de cáncer tan dañinos (que suelen ser diagnosticados cuando se encuentran en fases avanzadas) y con una alta incidencia en la región.
El avance ha sido paulatino en estos dos años de exámenes olfativos, en los cuales no solo se templó la experiencia de los dos adiestradores con los que cuenta la asociación -Ortal y Miguel de Prado, miembros de la Unidad Canina de Rescate del Principado de Asturias (UCRPA)-, sino que también se entrenó el olfato de los perros, pues las pruebas de 'análisis olfativos' con las muestras «son complejas, tan difíciles como afinar un piano».
La detección es posible gracias a su habilidad olfativa, pues son capaces de oler los reactivos de la enfermedad en muestras de laboratorio de los pacientes. Del mismo modo, pueden distinguir si tienen o no un tumor.
La eficacia de los perros para este tipo de trabajo ha sido probada en varias partes del mundo, con estudios que avalan el uso de canes entrenados para la detección de cánceres más comunes, como el de pulmón o colon.
«El olfato de los perros es como nuestra vista. Nosotros lo vemos todo y ellos lo huelen», explicó Ortal. Por tanto, el trabajo consiste en «especializarlos» en un área en concreto, en un reactivo (o volátil) que los canes puedan identificar.
El primer éxito de Canvida -en el que se estrenaron con la identificación de osteosarcomas en 2019-, fue publicado en una revista científica como único estudio de investigación canina en relación al cáncer de huesos. Su meta actual, afirman en la asociación, es conseguir demostrar que «este método es operativo» y se pueda protocolarizar.
Para el futuro, la entidad está pendiente de un posible convenio que no solo renueve su trabajo colaborativo sino que permita incrementar el equipo canino disponible.
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