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Un grupo de personas, esta mañana, en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona. Reuters

Pamplona vive su 6 de julio más extraño

Varios centenares de personas se acercan a la Plaza del Ayuntamiento para celebrar un 'chupinazo' simbólico tras la suspensión de los Sanfermines

Álvaro Soto

Madrid

Lunes, 6 de julio 2020, 12:26

Un 6 de julio cualquiera a las 12 de la mañana, la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona habría sido un hervidero: miles de personas levantando la vista juntas hacia el cielo de la ciudad para ver cómo explotaba el chupinazo, que daba inicio a los ... Sanfermines. Pero este 6 de julio de 2020 no ha sido como los demás. El coronavirus, que tantas cosas ha cambiado, también ha podido, temporalmente, con una de las fiestas más populares del mundo, que no se suspendía desde la Guerra Civil.

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El Ayuntamiento se ha preparado para evitar aglomeraciones. Más de 150 agentes de la Policía Local se han desplegado por el casco antiguo de la capital navarra para prevenir cualquier comportamiento peligroso y han habilitado 21 controles de acceso y salida de las calles que habitualmente más concurridas están en un día como el de hoy.

Aun así, unas 400 personas personas (la limitación de aforo establecida), con la tradicional vestimenta blanca y la faja roja, vestuario al que se ha incorporado este año la mascarilla, se han acercado a la plaza guardando la distancia de seguridad para levantar sus pañuelos al aire y simbólicamente, colocárselos como hubieran hecho en cualquier otro chupinazo.

Algo similar ha ocurrido en otro de los puntos emblemáticos de la fiesta, la Plaza del Castillo, donde apenas se han reunido 925 personas, en un espacio en el que estaba permitido el encuentro de 3.675. Pero en diferentes partes de la ciudad, los pamploneses, como es tradición, han quedado para el tradicional 'almuercico', previo siempre al chupinazo.

Desde una ventana de la Plaza del Ayuntamiento, a las 12 en punto, se ha lanzado un cohete y un espontáneo ha gritado las tradicionales frases 'pamploneses, pamplonesas, ¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!', mientras funcionarios del Ayuntamiento desplegaban desde los balcones del Consistorio una pancarta roja de 11 metros de ancho por 4,70 de alto con forma de pañuelo en la que se podía leer el hashtag #LosViviremos en castellano, euskera, inglés y francés, en referencia a los Sanfermines de 2021, y que permanecerá colgada hasta el día 14. Todas las noches, el Ayuntamiento iluminará su fachada con el color rojo.

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El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha pedido a los pamploneses «responsabilidad» y ha recordado que la suspensión de las fiestas ha sido un acto «absolutamente necesario», aunque ha admitido que «es inevitable emocionarse y sufrir».

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