El objetivo de 0 muertos en las carreteras es posible

El martes 1 de julio de 2003 fue un día grande para la historia del tráfico en España. Durante las 24 horas de esa jornada no murió nadie en las carreteras del país, la primera vez que ocurría algo así desde 1995. Ocho años con sus más de tres mil días ininterrumpidos de siniestros mortales. Tuvieron que pasar otros dos años y medio para repetir el logro. Ocurrió el 30 de enero de 2006. Y volvió a suceder en 2007 y en 2008, eso sí solo un único día por cada año. A partir de entonces, el número de fechas sin accidentes mortales siempre ha sido mayor, con picos de casi 60 'días blancos' al año. Los expertos creen que sería positivo dar más publicidad a estos éxitos como un modo también de no resignarse a terminar cada año con más de mil muertos al volante.

En los últimos diez años, según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT), se han registrado 320 días sin siniestros con fallecidos, lo que arroja una media de una jornada sin muertos cada once días. Casi una tercera parte de esos días 'sin' tuvo lugar durante 2020 y 2021, marcados por las restricciones de movilidad por la pandemia.

Sólo en 2020, el año del confinamiento, los desplazamientos de largo recorrido (321 millones) cayeron un 25% respecto a 2019, es decir hubo 106 millones de movimientos por carretera menos, lo que se tradujo en un descenso de la siniestralidad vial y en 58 días sin muertos, un récord en las estadísticas de Tráfico. Más de la mitad (32 días) se concentraron en los cien días que duró la cuarentena, entre el 14 de marzo y el 21 de junio. Además, en abril de ese año se produjo un hecho inédito: cinco días seguidos sin una sola víctima mortal sobre el asfalto, 120 horas repartidas entre el 9, 10, 11, 12 y 13 de abril.

En lo que va de año ya llevamos 24 días 'sin', la misma cifra que en todo 2023, un dato prometedor. Salvo en julio y agosto (cuando repuntaron los desplazamientos por las vacaciones de verano), en todos los demás meses ha habido al menos un día sin siniestros mortales, con un máximo de cinco jornadas en marzo y mayo respectivamente.

La estadística está aún muy lejos de las ambiciosas pretensiones de Tráfico, de la propia Comisión Europea y hasta de Naciones Unidas de llegar a 2050 con cero muertos en las carreteras, pero como señala un responsable de la DGT, «las cifras nos demuestran que hay días con cero fallecidos, por tanto, es posible que lo excepcional se convierta en algo habitual y para eso trabajamos cada día».

José Ignacio Lijarcio, vicepresidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), sugiere que estas jornadas 'sin' se publiciten mucho más, «como se hacía antes de la pandemia» de manera que también se abra un hueco a las cifras positivas en la estadística habitualmente trágica de los balances de tráfico. Lijarcio cree que «la hoja de ruta es buena» y que existen medidas en favor de la seguridad vial, como la formación en los colegios, la mejora de las infraestructuras, los vehículos más seguros e inteligentes, o la reciente propuesta de reducir la tasa de alcoholemia al 0,2 para todos los conductores, «pero seguimos escribiendo esa hoja de ruta y nos falta pasar a la acción para que la excepcionalidad de los días sin siniestros mortales se convierta en la normalidad», apunta.

Jesús Monclús, director de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, propone averiguar en qué se diferencian los «días blancos» –como denomina a los días sin siniestros mortales– con los demás «para aprender de ello» y aboga por seguir desplegando «de modo masivo» aquellas medidas que se han demostrado más eficaces. «No es el momento de escatimar recursos», subraya Monclús, quien, por ejemplo, confía en la propuesta de rebajar la tasa de alcohol al 0,2 para crecer en días blancos. «Es una medida muy potente que acaba con eso de jugar al límite y pensar que con dos copas no daré positivo. Pero contra el alcohol y las drogas recreativas hay que hacer mucho más».

La Fundación Mapfre ya propuso en 2015 alcanzar el objetivo de cero muertos en 2050. «Han pasado casi 15 años y la mejora es insuficiente, pero quedan por delante otros 25 años, el equivalente a toda una generación. Hay que cambiar el enfoque actual de las políticas de modo radical: pasar de estrategias con un gran listado de medidas, a un método objetivo para evaluar el ahorro de vidas y el coste de cada medida, seleccionando aquellas más coste-efectivas y que, en su conjunto, nos permitan erradicar las víctimas antes de 2050. Una vez determinado el coste o inversión necesaria, hay que poner ese dinero encima de la mesa: no puede limitarse a un ejercicio académico. Si no estamos dispuestos a gastar lo necesario, estaremos condenando a muerte a muchas miles personas», apostilla.

En todo caso, esos 320 días sin víctimas mortales en diez años indican que el objetivo cero de 2050 no es una utopía. Muy difícil, sí, pero no imposible. Y representa un reto esperanzador, que resume bien David Pérez de Landazábal, vicepresidente de Stop Accidentes: «Cada día que logramos sin víctimas mortales en nuestras carreteras es una pequeña victoria que salva vidas y que nos recuerda que, juntos, podemos construir un futuro más seguro para todos».

Enero fue, en 2023, el mes con más días sin accidentes mortales, un total de 6 repartidos entre la primera semana (2) y la última (4). Y también es el mes que arroja de media más jornadas sin fallecidos desde 2003. En estos últimos 21 años enero acumula 60 días 'sin', muy por delante de marzo (48) y abril (46).

Hay factores que influyen en esta casuística: pesa, por ejemplo, que enero es junto a febrero el mes con menos desplazamientos del año, lo que repercute directamente en un descenso general de la siniestralidad vial, y como apunta José Ignacio Lijarcio, de Fesvial, también concurren otros elementos a tener en cuenta: que estamos más concienciados ante los renovados propósitos del Año Nuevo, que hace más frío y cogemos menos el coche, que venimos del «resacón» navideño y que la 'cuesta de enero' siempre pasa factura a la hora de llenar el depósito.

En los últimos 30 años, las carreteras españolas han tenido casi 400 días sin siniestros mortales. El 80% de esas jornadas se concentran en los últimos quince años, lo que es un indicador de los avances en seguridad vial en estas dos décadas. Y dentro de esa estadística nos encontramos con que el miércoles es el día con más posibilidades de no morir en la carretera.

Desde 2003, el primer año del siglo XXI con algún día sin accidentes mortales, el miércoles se repite como 'el mejor' día. Concretamente ha habido 87 miércoles sin ningún fallecido en las vías interurbanas, seguido del martes (74) y el jueves (70). Si acortamos el período a los últimos diez años también los miércoles encabezan el ránking de 'días blancos', con 69 jornadas sin accidentes con muertos, seguido igualmente del martes, con 62. Según estas mismas estadísticas, sábados y domingos son los días de la semana con menos jornadas sin fallecidos. En lo que va de año (24 días sin fallecidos en la carreteras), martes (6) y miércoles (5) son los días con más jornadas blancas.

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