Los nombres propios que están desapareciendo en Burgos

El siguiente nombre en peligro de extinción es Francisca, denominación de las mujeres con una media de 67 años. Rosario, Josefa y Felisa son otros en desuso que rondan la media de 70 años.

Respecto a los nombres masculinos, se está perdiendo la costumbre de bautizar a los varones Teodoro, Gregorio, Emilio, Vicente o Julián. Además de que cada vez hay menos burgaleses con estos nombres, su media de edad ronda los sesenta años.

Todos estos nombres han pasado de encontrarse entre los veinte más populares antes de 1930 a ser prácticamente inexistentes entre la juventud. Los varones con cada uno de esos nombre suponen menos de cinco de cada mil burgaleses.

Curiosamente, se está recuperando la popularidad de algunos de los veinte nombres más populares de los nacidos antes de los años 30. Entre ellos sobresale Lucía, el nombre con el que más han bautizado a las niñas en Burgos durante 2020. De hecho, las mujeres que tienen este nombre suman una media de 24 años. Asimismo, ahora hay más féminas llamadas María Carmen, María Ángeles y María Pilar que en aquella época.

A diferencia de los femeninos, solo se están recuperando unos pocos de aquellos nombres masculinos tan populares antes de los años 30. Estos son Jose Luis, Jose María y Pablo.

Al final, los nombres no dejan de ser una moda, por lo que quizá se recuperen aquellos que en la actualidad parecen estar a punto de desaparecer. Quién sabe si en los próximos años habrá más niños bautizados como Teodoro y Gregorio así como más Franciscas y Felisas.