Las muertes por ahogamiento se ceban con los bañistas este año

La alta cifra de muertes por ahogamiento, que supone la tercera causa de fallecimiento no intencional en España, preocupa a los expertos, que ya alertan de la posibilidad de sufrir uno de los veranos con más fallecidos en el agua. El pasado mes de junio se recogió el segundo peor dato de fallecidos de los últimos diez años, con 57 ahogamientos no intencionales mortales. Una preocupante cifra que ya alertaba de la tendencia al alza de los fallecimientos en espacios acuáticos este año y que se viene confirmando en la últimas semanas. Como indica la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo a través del Informe Nacional de Ahogamientos, únicamente 2016, con 211 fallecimientos, y 2017, con 209, superan a 2023 entre el 1 de enero y el 30 de junio en el número de muertes por esta causa.

Piscinas, playas y ríos. No hay distinción. Todas tienen su particular peligro para los expertos, que llaman imperiosamente a la concienciación de los bañistas para evitar que la cifra siga aumentando. De los 57 fallecidos en junio, la playa es el lugar donde se dieron más óbitos con 30, mientras que en piscina se dieron nueve, ocho en río y diez se produjeron en ubicaciones por determinar.

El 85% de los fallecidos en junio fueron hombres, frente al 15% de mujeres. Una estadística que ya viene siendo habitual, pues en 2022 la mayoría de las muertes fueron de hombres, un total de 315 (80%) y 76 de mujeres (20%). Además, el informe también confirma el perfil mayoritario de fallecidos por ahogamientos: personas mayores de 55 años. 31 de los 57 muertos en junio superaban esa edad. El peligro para estas personas radica principalmente en las playas, por culpa de las temidas corrientes de resaca. El riesgo real de las corrientes de resaca no es el ser arrastrado por ellas mar adentro, sino la forma en que la persona reacciona: muchos bañistas entran en pánico y tratan de nadar contra la corriente, cansándose enseguida y hundiéndose. Los expertos aconsejan evitar bañarse cuando las condiciones marinas no sean óptimas y siempre con socorrista. En el caso de ser arrastrado por una corriente, se debe nadar paralelamente a la playa y, una vez que se haya salido, nadar hacia la orilla.

Ampliar

La cifra de muertes en los más pequeños es la que ha puesto en mayor alerta a los especialistas. En el último mes se han recogido numerosos casos de niños fallecidos por ahogamiento, mayoritariamente en piscinas. El último, un niño de nueve años que falleció este miércoles en una piscina de Burgos. Días antes, un niño de cuatro años falleció en una piscina particular en Oropesa (Toledo), otro de ocho en una piscina municipal en Zaragoza, un niño de dos años en Carmona (Sevilla), una niña de tres en Sunyer (Lérida), un pequeño de cuatro años en Molina de Segura (Murcia) y un bebé de 18 meses en La Nucía (Alicante). En total, doce menores han fallecido este año por ahogamiento en piscinas, y ocho lo hicieron antes del 1 de julio, según el Informe Nacional de Ahogamientos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Una cifra de decesos que aún está lejos de los 37 menores fallecidos por ahogamiento en el año 2022, cifra que recogió este mismo informe.

Ante la peligrosa tendencia al alza de muertes en los más pequeños, los expertos advierten que la mayoría se ahogan por falta de supervisión y durante el horario de sobremesa -entre las 15 y 18 horas-, y exigen mayor vigilancia por parte de padres y tutores. Además, piden promover en la escuela la enseñanza de las normas de seguridad acuática, el conocimiento de las banderas del mar y la identificación de las situaciones de riesgo. También recomiendan clases de natación desde corta edad -a partir de los cuatro años- para adquirir habilidades acuáticas básicas y nociones de seguridad acuática.