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La verdad absoluta sobre los abusos sexuales infantiles no se conoce porque, aunque «ahora se habla mucho más de estos delitos que hace cinco años», hay casos que permanecen ocultos. Aun así, con base en los datos oficiales, «la sociedad debe entender y procesar que ... el 20% de la población sufre algún tipo de abuso sexual antes de los 17 años», afirma Vicki Bernadet, presidenta de la fundación especializada en ayudar a estas víctimas que lleva su nombre.
Que una de cada cinco personas sufre este tipo de agresiones sexuales siendo menores de edad «está constatado y este dato no ha mejorado en los últimos años» y significa que la mitad de los abusos sexuales que se cometen en España tiene como victimas a menores. Sobre la nueva ley de libertad sexual, ya en vigor, que elimina la distinción entre abuso y agresión sexuales, todavía «faltan datos. Debemos valorar en profundidad este cambio legislativo de manera multidisciplinar y hasta entonces no podemos responder».
La mayoría de los agresores, alrededor de un 80%, se encuentra en el círculo de confianza del niño, como monitores, profesores o familiares y la gran mayoría, entre el 65% y el 70% de los casos, sucede en el hogar. «El abuso sexual infantil es un abuso de poder. Sucede en el entorno de confianza porque es ahí donde se ejerce una posición de control con la que el adulto llega a abusar del niño o niña», explican desde la Fundación Vicki Bernadet, que este año ha atendido unos 1.300 nuevos casos.
¿Pero qué recomiendan a una víctima cuando acude a buscar ayuda? ¿Buscar ayuda dentro de la familia, denunciar a las autoridades? «Las víctimas son menores. Necesitan de un adulto para su sustento, para que su vida sea viable. No es tanto lo que le recomendamos a la víctima, sino a su entorno», responde la organización que aporta más datos: un 60% de las víctimas nunca recibirá ayuda y el 90% no dirá nada hasta la edad adulta. «Cuando un adulto referente detecta que hay un cambio conductual en este menor debe tener en cuenta que una de las cosas que puede estar pasando es el abuso sexual. Tiene que entenderlo cuando por fin lo explica, defenderlo y denunciar. Proteger al menor».
Este artículo se ilustra con obras hechas por cuatro víctimas de abuso sexual durante su infancia (Rosa Rigall Desplans, Beatriz Burgos, Esther González Ruiz y Paola Vanegas), como parte de una terapia para «usar la fotografía como herramienta de expresión para reconstruir su relato personal, además de alentar sobre el grave problema que la sociedad necesita atender urgentemente».
Las obras se exponen en la colectiva 'Material sensible', organizada por la Fundación Photographic Social Vision, y que se ha convertido en un documental que se estrenará el 15 de noviembre de 2022 en los Cinemes Girona (Barcelona).
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