colpisa
Madrid
Viernes, 8 de marzo 2019
Pequeños pueblos costeros, medianas ciudades de interior o grandes capitales. Daba igual el tamaño de la localidad porque la mitad de la población, la femenina, exigió este viernes tener los mismos derechos que la otra mitad del país, la masculina, cobrar lo mismo por un ... trabajo idéntico, tener las mismas oportunidades a lo largo de su carrera laboral o no sufrir ningún tipo de discriminación. Ideas que se repitieron en cada manifestación, donde se mezclaron generaciones diferentes de mujeres exclamando que son «imparables» y que sin ellas no hay futuro.
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En Barcelona, decenas de miles de personas marcharon por las calles como colofón a una huelga que tuvo un seguimiento desigual en la comunidad. La manifestación había sido convocada bajo el lema 'Paramos para cambiarlo todo. Ni un paso atrás'. Tuvo su punto de inicio en la plaza España de Barcelona, prosiguió por la Gran Vía y concluyó en la plaza de Cataluña. La Guardia Urbana cifró en 200.000 personas la asistencia a la manifestación. En Girona, fueron 10.000. En la capital catalana, los guarismos fueron similares a los del año pasado, en que se registró la mayor protesta a favor de los derechos de la mujer de la historia de la ciudad condal.
Lemas contra el patriarcado, a favor del empoderamiento de la mujer y pancartas como 'Juntas somos más fuertes', 'La revolución será feminista o no será' o 'Mujeres libres en tierras libres' fueron algunas de las reivindicaciones de una marcha que contó con dirigentes de las tres administraciones, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la ministra de Política Territorial y Función Pública y candidata del PSC a las elecciones generales, Meritxell Batet, o la consejera de la Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi. También acudió el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
La jornada de protesta ha estado marcada por el color morado y por las reivindicaciones para clamar contra el machismo. Eso sí, el contexto político no ha sido ajeno a las manifestaciones. En los discursos en la plaza de Cataluña, las portavoces del movimiento feminista exigieron la «libertad de las presas políticas y exiliadas».
También hubo referencias a mujeres destacadas de la historia como Simone de Beauvoir, Frida Kalho, Rosa Parks, Hipatia de Alejandría, Margarita Xirgu o Clara Campoamor y se puso el acento en que las vidas de las mujeres siguen marcadas por las «desigualdades». «Hoy paramos el mundo y decimos: basta de violencias machistas», expresaron. «Nuestros cuerpos no están obligados a seguir la norma patriarcal», remataron.
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En el País Vasco, las mujeres volvieron a tomar las calles y las plazas de las ciudades y los pueblos de Euskadi para convertirlas, de forma festiva y pacífica, en un clamor por la libertad, la igualdad y el respeto a su integridad y seguridad. Ataviadas con tocados, prendas y complementos, como pelucas, gafas, lazos o pañuelos, en color negro y morado o lila, mujeres de todas las edades y condición han reclamado su derecho a andar por las calles sin temor a sufrir agresiones («Nos queremos libres y no valientes»), y a mandar en sus propias vidas.
También clamaron en contra del «heteropatriarcado capitalista» al que culpan de la brecha salarial que sufren, de una media del 24,4 % en Euskadi, según los últimos datos existentes, de 2016. La música, a través de altavoces acarreados por las participantes y la creada en vivo por grupos femeninos de percusión, y el ambiente de hermandad y solidaridad entre las asistentes también han caracterizado el desarrollo festivo de la reivindicación feminista.
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Madres jóvenes acompañadas de sus hijos, a quienes ataviaron con colores morados para la ocasión, e hijas acompañando a sus ancianas madres, asistieron a las manifestaciones de la mañana junto a numerosas adolescentes que tras las marchas han realizado un 'picnic' con bocadillos que se han preparado ellas mismas en sus casas, a la espera de la manifestación de la tarde.
En Valladolid, Santander, Burgos o en las ciudades gallegas, miles de personas llenaron los puntos neurálgicos. En Sevilla, en cuya provincia se celebraron 23 concentraciones y manifestaciones feministas, la protesta reunió a más de 130.000 personas, de tal forma que, estando la cabecera ya en plaza Nueva -partía del Puente de Triana-, la manifestación ocupaba toda la avenida de la Constitución y daba vuelta hasta la plaza de toros de la Maestranza, según los datos facilitados por el ayuntamiento. Por su parte, unas 17.000 personas, según la Policía Nacional, formaron parte de la manifestación de Málaga, mientras que fueron 5.000 los jienenses que apoyaron la huelga feminista en sus calles.
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