Una madre teletrabaja desde su casa con sus hijos. Ramón Gómez

El medio rural desconectado y el urbano conectado, la brecha burgalesa que se abre con esta cuarentena

En algunos pueblos burgaleses teletrabajar o acceder a las tareas escolares online se hace difícil por la mala conexión a internet | La llamada a los familiares para conocer su situación también se convierte en una odisea

Domingo, 29 de marzo 2020, 21:16

Hace unos días comenzó a circular una imagen de una pancarta en la que se podía leer: ¡La romantización de la cuarentena es un privilegio de clase! Esta cuarentena social impuesta por la crisis sanitaria del coronavirus nos hace darnos cuenta de que las clases ... sociales además de existir, importan pero, también que no es lo mismo pasar el confinamiento en el medio rural que en el medio urbano burgalés en lo que a conectividad nos referimos.

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Ahora que estamos aislados en nuestra casa cobra importancia la tecnología que nos pone a contacto en distancia pero también la tecnología que nos permite trabajar a distancia, estudiar a distancia o curar a nuestros enfermos desde casa. Pero no es lo mismo aislarse en la capital burgalesa o en un pueblo con buena cobertura que hacerlo en algunos de los pueblos burgaleses que desde hace tiempo no gozan de buenas conexiones como Villasur de Herreros o Jaramillo de la Fuente.

Imagen de la pantalla de un móvil en Villasur de Herreros estos días. BC

Una vecina de Villasur explica que tiene problemas para comunicarse desde el teléfono móvil, la línea fija o conectarse a internet. Ella vive desde hace años en el pueblo y el problema se repite. Otra vecina explica que su nieto estaba con ella en casa pasando la cuarentena porque sus padres seguían trabajando pero se ha tenido que trasladar a Burgos porque era «imposible hacer las tareas y exámenes a través de internet».

En estos momentos en los que estar comunicado con los familiares es fundamental, se hace difícil en esta situación. Una de estas vecinas explica que, ahora que se anima a hacer trámites bancarios vía online, «he tenido que aprovechar a hacerlo de madrugada porque en cuanto se carga un poco, no hay manera de poder realizarlos».

Además, esto afecta también a la salud, una de ellas explica que tiene que curar a un familiar y, como no se pueden desplazar al centro de salud, la enfermera los llama, le cuentan la situación y le va dando indicaciones para poder hacerlo. Una tarea que en otras circunstancias podría ser fluida, en el caso de esta vecina de Villasur de Herreros se vuelve complicada cuando la llamada se corta en numerosas ocasiones.

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Por su parte, otra vecina de este pueblo señala que hay problemas con la conexión pero ella lleva unos días que sí está pudiendo trabajar bien con su conexión a internet. Eso sí, reconoce que para llamar no es sencillo, hay partes de su casa en las que la cobertura no llega.

Jaramillo de la Fuente es otro de esos pueblos en los que el regidor lleva años pidiendo mejores telecomunicaciones, en pleno 2020 en este pueblo siguen con televisión por satélite.

En muchos municipios de Burgos, esos a los que a las compañías de telecomunicaciones menos rentable les sale instalar sus infraestructuras para llevar internet y cobertura, aunque una de ellas tenga la obligación de ofrecer el servicio; en esos pueblos, la cuarentena no es fácil.

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Además, como cuenta Máximo Rubio, alcalde de Neila, aquí reside mucha gente mayor, la mayor parte de la población. Aquí, en Neila, la cobertura e internet funcionan perfectamente pero la compra de alimentos no es fácil. Muchos de esos ancianos no disponen de coche o carné de conducir, por lo que la solidaridad vecinal está siendo clave. Rubio explica que se han organizado y los que tienen coche hacen la compra en otros pueblos y se la traen a Neila a estos vecinos. Igualmente, se ha puesto a disposición el vehículo municipal para estos traslados.

En los lugares con mejor conexión, los niños pueden entrar sin problema a las aulas virtuales para descargarse fichas, completar tareas pero algunos padres burgaleses reconocen que «estos días se nota que está más cargado porque va más despacio que habitualmente». Aún así, ellos no tienen el sufrimiento de saber si la cobertura les fallará cuando llamen para comprobar cómo están sus seres queridos, a no ser que estos residan en uno de estos pueblos menos afortunados. «Mis padres viven en Fuentelcésped, hace un tiempo la cobertura siempre era mala, ahora ya no y lo agradecemos porque nos quedamos mucho más tranquilos cuando les llamamos para comprobar cómo están. Además, poder conectarse a internet les está ayudando a sobrellevar la cuarentena»explica un burgalés

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En esta cuarentena nos estamos dando cuenta de la importancia de nuestra casa pero también de la importancia del lugar en el que se encuentra. De la importancia de las reivindicaciones de esos 'pequeños' alcaldes que exigen buena cobertura y conexión a internet en sus pueblos no por capricho ni por dar guerra. Confiemos en que este confinamiento sirva, al menos, para entender la importancia de atender las reivindicaciones rurales porque allí vive gente igual de relevante que la que reside en cualquier medio urbano e ignorar sus peticiones es una crueldad que queda patente en los peores momentos.

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