Estas son solo algunas de las conclusiones de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), con la participación de un millar de jóvenes y que ofrece una fotografía del alcance que tiene el problema del sobrepeso u obesidad entre la población de 16 a 30 años que vive en España, reflejando importantes déficits y áreas de mejora.
En este estudio, tal y como detalla el presidente de SEEDO, el doctor Francisco Tinahones, «se han valorado una gran cantidad de aspectos relacionados con el peso corporal en una población donde habitualmente tenemos menos datos. Conocer la prevalencia de obesidad en ese rango de edad, la percepción sobre su peso de los jóvenes, las causas de un peso no adecuado y conocer las estrategias utilizadas para bajar de peso han sido los objetivos principales».
Índice de Masa Corporal
A partir del Índice de Masa Corporal (que se calcula dividiendo los kilogramos de peso por el cuadrado de la estatura en metros) se ha clasificado a los encuestados en 4 categorías: peso insuficiente, peso normal, sobrepeso y obesidad. En base a este parámetro, la doctora Susana Monereo, secretaria de la Junta Directiva de SEEDO, ha constado que un 25% de los jóvenes de 16 a 30 años tienen sobrepeso u obesidad, registrándose en toda la muestra un IMC medio de 23,18 (se considera peso normal un IMC entre 18,5 y 25). Por otro lado, el 8% tiene un IMC insuficiente«.
La obesidad o sobrepeso aumentan con la edad, alcanzando el máximo entre los 25 y los 30 años, con un 35%. La insuficiencia de peso se comporta en sentido opuesto: entre los 16 y los 19 años, un 13% tienen un IMC insuficiente.
No se aprecian diferencias relevantes en el IMC medio atendiendo al género. «Ser hombre o mujer no influye en el IMC medio; sin embargo, la falta de peso es más frecuente entre la mujeres: un 11,5% de las mujeres frente a un 4,5% de los hombres jóvenes tienen un IMC insuficiente«, apunta Tinahones.
Percepción del peso
Hasta el 80% de los jóvenes obesos asumen que el exceso de peso es una enfermedad. Un 28% de los jóvenes encuestados considera que tiene exceso de peso, porcentaje que asciende al 73% entre los que tienen obesidad o sobrepeso. Según comenta Tinahones, «este dato contrasta con estudios anteriores en población general donde solo un 20% de los obesos se reconocía como tal«. La mayoría de los obesos admite que empezaron a subir de peso en la adolescencia.
Un 55% de los jóvenes encuestados querría estar más delgado y llama la atención que un 14% de los jóvenes con IMC insuficiente quiere perder peso.
Por otro lado, un 44% de los jóvenes afirma que alguna vez se le ha aconsejado perder peso, porcentaje que aumenta hasta el 80% entre los que declaran sobrepeso/obesidad; curiosamente, a un 17,7% de los jóvenes con IMC insuficiente también les ha recomendado perder peso, fundamentalmente personas de su entorno.
Picoteo y deporte
La falta de ejercicio, el picoteo provocado por ansiedad y la mala alimentación son, por este orden, las principales razones declaradas para explicar el exceso de peso. Con todo, según llama la atención el presidente de SEEDO, «más de 1 de cada 3 jóvenes con sobrepeso u obesidad afirman tener un padre o una madre con exceso de peso».
Otro aspecto relevante es que el 89% de los jóvenes que creen tener exceso de peso reconoce que esto condiciona su vida, llevándole a sentirse acomplejado o incluso rechazado.
El 63% de los jóvenes con exceso de peso tiene amigos con esta misma condición (13 puntos porcentuales más que entre el conjunto de jóvenes) y también es más habitual que tengan parejas con sobrepeso u obesidad (casi el doble).
El 70% de los jóvenes ha intentado perder peso (más las mujeres que los hombres), porcentaje que se eleva hasta el 90% entre los que tienen sobrepeso/obesidad.
Sin embargo, esta encuesta revela que los intentos de controlar el peso se han llevado a cabo generalmente sin la orientación de un profesional, «lo cual es una imprudencia y, casi siempre, supone una garantía de fracaso«, apunta el doctor Tinahones. De hecho, en este trabajo se aprecia que, al intentar adelgazar, la mayoría lo ha hecho «por su cuenta» y que solo un 14,8% de los jóvenes con sobrepeso/obesidad ha recurrido a un médico y un 36,8% a un nutricionista, mientras que el 50,1% ha seguido una dieta de Internet.
Hábitos de vida
Aunque el 64% no ha tomado nada para adelgazar, los entrevistados reconocen mayoritariamente que el herbolario, Internet o los gimnasios se sitúan antes que la farmacia o el médico a la hora de adquirir productos para perder peso.
Abandonar la dieta y/o dejar de hacer ejercicio constituyen los principales motivos para recuperar rápidamente el peso.
En general, según Monereo, «los hábitos de vida y salud de los jóvenes que viven en España son muy mejorables», y este mal hábito está más extendido entre los hombres que en las mujeres (67% vs 55%).
Pero es que, además, tan solo el 16,5% de los jóvenes realiza deporte a diario y el 24,9% no lo practica nunca, porcentaje que aumenta hasta el 35,2% entre aquellos con sobrepeso/obesidad. Y más de una tercera parte (38,5%) de los jóvenes está más de 6 horas al día delante de una pantalla, un porcentaje que se eleva en 4 puntos más entre aquellos con sobrepeso u obesidad.
En cuanto a los hábitos de sueño, se aprecia que dormir menos de 6 horas al día es más frecuente entre los jóvenes con sobrepeso u obesidad (15,8% vs 10,5%).
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