Investigan una presunta agresión sexual múltiple a una menor en Vitoria

Respecto a los cinco investigados, una vez localizados, el Juzgado de Menores envió a al menos a uno a un centro –lo que antes se denominaba reformatorio– en régimen «semiabierto» como medida preventiva. Asimismo, a cuatro de ellos les impuso una orden de alejamiento y comunicación con la víctima, vigente mientras se resuelva la investigación del caso.

Según ha sabido este periódico de fuentes policiales, judiciales y del entorno de los implicados, a principios del mes pasado, la chica de 17 años presuntamente quedó con uno de sus posteriores atacantes, al que ya conocería de antemano. Como refirió en el momento de interponer la denuncia, acudió al encuentro tras haber abusado del alcohol. Su conocido, por su parte, se presentó con media docena de amigos.

Al parecer, esta chica y su cita pactaron sexo oral, pero ella acabó forzada a hacer una felación como mínimo a otro de los adolescentes. Presuntamente, no pudo concretar cuántos le forzaron. Un tercer menor, siempre según la versión de la víctima, la llevó a un lugar apartado y la penetró. Incluso podría existir una grabación del supuesto ataque sexual múltiple, porque la adolescente escuchó la frase «deja de grabar».

La presunta agresión ocurrió en una zona verde de Lakua. No hubo más testigos que los implicados, que «abandonaron» a la joven en las proximidades de un centro cívico.

La víctima desveló lo sucedido a su familia y acudieron a la comisaría de la Ertzaintza a interponer una denuncia. En las instalaciones policiales de Portal de Foronda dieron validez a su testimonio. No fue sencillo dar con los sospechosos ya que apenas se conocían datos muy básicos de todos ellos; algún apodo y unas cuentas en una conocida red social.

Por eso se solicitó ayuda a la Unidad de Menores de la Policía Local, el referente en la ciudad en esta materia. De los siete sospechosos, sólo uno «cuenta con una ficha reseñable» en Aguirrelanda. Todos pertenecen a familias convencionales. Lo mismo que la víctima. Son oriundos de Vitoria.

Tras lograr poner nombre y apellidos a los siete jóvenes, unas 48 horas después de los hechos, una comitiva escoltada por efectivos de la Brigada Móvil accedió a sus domicilios familiares.

Su versión, según ha podido saber este periódico, dista un mundo del de la chica. Mantienen que todas las relaciones sexuales fueron consentidas y que no hubo violencia física ni coacción alguna por su parte. En este sentido, especialistas del Instituto Anatómico Forense de Vitoria examinaron a la víctima. Su dictamen tendrá un peso importante en el desenlace legal.

Por el momento, los cinco jóvenes figuran como investigados de un delito contra la libertad sexual. Al tratarse de menores, y en caso de dictamen condenatorio, las penas resultarán laxas, en consonancia con la Ley del Menor.

El de esta chica eleva a seis los episodios conocidos de agresiones sexuales en Vitoria en lo que va de 2020. El pasado julio, un ciudadano entró en prisión preventiva acusado de abusar de su sobrina. Lo mismo le ocurrió a un exempleado de la perrera municipal tras atacar a su expareja. Se da la circunstancia de que sobre este hombre pesan otras cuatro denuncias de abusos sexuales de compañeras de trabajo. En abril dos hombres fueron detenidos por agredir a una mujer en un albergue. Mientras que los otros episodios ocurrieron en un piso de Zabalgana y de Coronación.