El joven hallado en un rellano de un piso de Gijón murió por un fallo multiorgánico por sustancias tóxicas

La víctima, de 24 años y vecino de Mieres, se habría desplazado a Gijón el fin de semana para salir con varios amigos y el domingo a primera hora de la tarde acudió al piso de citas de la calle Avilés en el que acabó muriendo. El joven llevaba tiempo residiendo fuera de Asturias por motivos laborales, si bien regresaba a Mieres con frecuencia. También a Gijón, donde salía de marcha con amigos y conocidos.

Pese a que las pruebas policiales recabadas no aprecian hasta el momento indicios de criminalidad, los agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Gijón quieren determinar las circunstancias que rodearon el fallecimiento del chico. Para ello, aguardan la orden del juzgado de Instrucción número 2 con la que poder acceder al piso de citas y realizar una inspección ocular en busca de indicios de arrojen luz a lo ocurrido.

Además, están a la espera de poder tomar declaración a las dos mujeres que se encontraban en la vivienda y que salieron a la calle al ver que el joven empezaba a convulsionar. Pidieron un teléfono a la cliente de una lavandería ubicada justo en frente y luego se ausentaron del lugar, dejando todas sus pertenencias dentro del piso que permanece precintado. Se desconocen si no disponían de teléfono en la vivienda o si pretendían no dejar rastro de lo ocurrido aportando sus teléfonos personales.

La víctima fue hallada semidesnuda. Tenía los pantalones bajados, no llevaba ropa interior y tampoco ropa en la parte de arriba. La Policía quiere determinar si fueron las mujeres la que lo sacaron al rellano o salió él para pedir ayuda.

Los agentes de la Brigada de Policía Judicial que se han hecho cargo de la investigación se entrevistaron con los vecinos de planta. Se trata de un edificio en el que residen personas de edad avanzada en su mayoría y no pudieron arrojar luz sobre lo ocurrido, si bien la existencia de una vivienda en la que se ejercía la prostitución, presuntamente, era de conocimiento general. Habían tenido que llamar a la Policía en alguna ocasión por las molestias generadas por los clientes que frecuentaba el piso de citas que ahora se investiga.