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Con una técnica muy depurada y un modus operandi basado en los grandes ladrones de mapas de la historia, Zsolt Vamos consiguió zafarse de la Guardia Civil durante años. Con hasta cuatro identidades falsas, y haciéndose pasar por periodista de investigación, accedía a las bibliotecas históricas donde cortaba meticulosamente mapas muy valiosos, que extraía en chaquetas y portafolios a los que había adosado un sistema casero de doble fondo. Estos robos los cometía de forma muy eficiente y con gran rapidez. Cuando los agentes llegaban a la ciudad donde había mutilado los libros, él ya se había evaporado. Por este motivo, los cinco agentes que formaban la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil le bautizaron como Usain Bolt, en un momento -el año 2009- en el que el atleta jamaicano acababa de conseguir su primer récord mundial en los 100 metros lisos.
Este es el relato de la investigación para atrapar a uno de los ladrones de mapas más prolífico de nuestro país:
Así fue detenido
el Ladrón de mapas
Zsolt Vamos planificaba sus robos
al detalle. El plan comenzaba consultando las webs de las bibliotecas o el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español para localizar las obras que le interesaban.
El comienzo
Los primeros robos de los que hay constancia se perpetraron entre 2007 y 2008, años en los que Vamos llegó a visitar varias bibliotecas de ciudades como Toledo y Valladolid.
Una de las dobles páginas sustraidas de la Biblioteca Pública de Soria
Dobles páginas robadas de la Biblioteca Pública
de Valladolid
La alerta
En marzo de 2008, la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial dio la voz de alarma y puso una denuncia en la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil. Había desaparecido un mapa desplegable del siglo XVI que formaba parte de un tratado sobre cosmografía y expediciones geográficas editado en 1537.
Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Xauxa Håkan Svensson
La identificación del ladrón
Los agentes contaban con las imágenes de las cámaras de las bibliotecas y copias de sus pasaportes falsos. Esas fotografías mostraban a un hombre de media edad, robusto, bien vestido, con el pelo cano y no muy alto.
Copia del pasaporte falso usado para identificarse en las bibliotecas.
La clave: su letra
El dato que llevó a la verdadera identidad de Zsolt Vamos fue la letra con la que rellenaba las fichas en las bibliotecas para acceder a los fondos antiguos.
Copia del carné de
la Biblioteca General de la Universidad de Salamanca rellenado por él mismo.
Los agentes realizaron un estudio caligráfico de su escritura y firma. Finalmente encontraron que coincidía con un documento de identidad expedido en Hungría para un ciudadano llamado Zsolt Vamos.
Su acompañante
y el Mercedes Benz
Cotejando los registros en hoteles próximos a las bibliotecas históricas, en el hotel Alfonso VI de Toledo, el recepcionista reconoció al ladrón. Además aportó dos datos clave para apresar a Vamos:
1
2
Viajaba en un Mercedes Benz negro. La agencia de alquiler de vehículos facilitó la matrícula: 8740-GLH
Le acompañaba una mujer a la que el recepcionista describió perfectamente: dominicana, muy guapa, joven, muy exuberante. «Se llama Evelyn»
Estrechando el cerco
Los agentes establecieron controles y avisaron a las bibliotecas y a los hoteles. La idea era localizarlo
y atraparlo inmediatamente después de uno de sus golpes.
Un céntrico hotel de Pamplona,
el Leyre, tenía dos clientes
con esas características.
Fachada del hotel Leyre en Pamplona. Ana Nuin
El final de la persecución
El 8 de agosto de 2009, después de visitar la Biblioteca de la Universidad de Navarra y el Archivo Real y General de Navarra, regresó al hotel Leyre. Los agentes de la Unidad de Patrimonio Histórico le estaban esperando.
Los guardias civiles encontraron mapas, documentos y libros robados en las cajas y cajones de la habitación del hotel
Evelyn, la pareja de Vamos, le increpaba: «Te lo dije, te diJe que me había cruzado con gente sospechosa»
Entre la habitación y el Mercedes Benz negro, los agentes recuperaron 67 mapas e ilustraciones de las bibliotecas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Universidad de Navarra, Archivo General de Navarra, Soria y El Burgo de Osma.
El valor de lo robado superaba el medio millón de euros.
Además, se intervinieron dos pasaportes falsos, cuchillas, reglas y cúteres alterados para que no fueran descubiertos por los detectores de metales. También camisas y americanas con doble fondo para esconder los documentos que robaba. Y una agenda en la que había anotado minuciosamente una ruta de bibliotecas que tenía previsto visitar, muchas de ellas en Castilla y León.
Fuente: Elaboración propia
Así fue detenido
el Ladrón de mapas
Zsolt Vamos planificaba sus robos al detalle. El plan comenzaba consultando las webs de las bibliotecas o el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español para localizar las obras que le interesaban.
El comienzo
Los primeros robos de los que hay constancia se perpetraron entre 2007 y 2008, años en los que Vamos llegó a visitar varias bibliotecas de ciudades como Toledo y Valladolid.
Una de las dobles páginas sustraidas de la Biblioteca Pública de Soria
Dobles páginas robadas de la Biblioteca Pública
de Valladolid
La alerta
En marzo de 2008, la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial dio la voz de alarma y puso una denuncia en la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil. Había desaparecido un mapa desplegable del siglo XVI que formaba parte de un tratado sobre cosmografía y expediciones geográficas editado en 1537.
Real Biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Xauxa Håkan Svensson
La identificación del ladrón
Los agentes contaban con las imágenes de las cámaras de las bibliotecas y copias de sus pasaportes falsos. Esas fotografías mostraban a un hombre de media edad, robusto, bien vestido, con el pelo cano y no muy alto.
Copia del pasaporte falso usado para identificarse en las bibliotecas.
La clave: su letra
El dato que llevó a la verdadera identidad de Zsolt Vamos fue la letra con la que rellenaba las fichas en las bibliotecas para acceder a los fondos antiguos.
Copia del carné de
la Biblioteca General de la Universidad de Salamanca rellenado por él mismo.
Los agentes realizaron un estudio caligráfico de su escritura y firma. Finalmente encontraron que coincidía con un documento de identidad expedido en Hungría para un ciudadano llamado Zsolt Vamos.
Su acompañante y el Mercedes Benz
Cotejando los registros en hoteles próximos a las bibliotecas históricas, en el hotel Alfonso VI de Toledo, el recepcionista reconoció al ladrón. Además aportó dos datos clave para apresar a Vamos:
1
2
Viajaba en un Mercedes Benz negro. La agencia de alquiler de vehículos facilitó la matrícula: 8740-GLH
Le acompañaba una mujer a la que el recepcionista describió perfectamente: dominicana, muy guapa, joven, muy exuberante. «Se llama Evelyn»
Estrechando el cerco
Los agentes establecieron controles y avisaron a las bibliotecas y a los hoteles. La idea era localizarlo y atraparlo inmediatamente después de uno de sus golpes.
Un céntrico hotel de Pamplona,
el Leyre, tenía dos clientes con esas características.
Fachada del hotel Leyre en Pamplona. Ana Nuin
El final de la persecución
El 8 de agosto de 2009, después de visitar la Biblioteca de la Universidad de Navarra y el Archivo Real y General de Navarra, regresó al hotel Leyre. Los agentes de la Unidad de Patrimonio Histórico le estaban esperando.
Los guardias civiles encontraron mapas, documentos y libros robados en las cajas y cajones de la habitación del hotel
Evelyn, la pareja de Vamos, le increpaba: «Te lo dije, te dije que me había cruzado con gente sospechosa»
Entre la habitación y el Mercedes Benz negro, los agentes recuperaron 67 mapas e ilustraciones de las bibliotecas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Universidad de Navarra, Archivo General de Navarra, Soria y El Burgo de Osma.
El valor de lo robado superaba el medio millón de euros.
Además, se intervinieron dos pasaportes falsos, cuchillas, reglas y cúteres alterados para que no fueran descubiertos por los detectores de metales. También camisas y americanas con doble fondo para esconder los documentos que robaba. Y una agenda en la que había anotado minuciosamente una ruta de bibliotecas que tenía previsto visitar, muchas de ellas en Castilla y León.
Fuente: Elaboración propia
Así fue detenido
el Ladrón de mapas
Zsolt Vamos planificaba sus robos al detalle. El plan comenzaba consultando las webs de las bibliotecas o el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español para localizar las obras que le interesaban.
El comienzo
Los primeros robos de los que hay constancia se perpetraron entre 2007 y 2008, años en los que Vamos llegó a visitar varias bibliotecas de ciudades como Toledo y Valladolid.
Una de las dobles páginas sustraidas de la Biblioteca Pública de Soria
Dobles páginas robadas de la Biblioteca Pública
de Valladolid
La alerta
En marzo de 2008, la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial dio la voz de alarma y puso una denuncia en la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil. Había desaparecido un mapa desplegable del siglo XVI que formaba parte de un tratado sobre cosmografía y expediciones geográficas editado en 1537.
Real Biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Xauxa Håkan Svensson
La identificación del ladrón
Los agentes contaban con las imágenes de las cámaras de las bibliotecas y copias de sus pasaportes falsos. Esas fotografías mostraban a un hombre de media edad, robusto, bien vestido, con el pelo cano y no muy alto.
Copia del pasaporte falso usado para identificarse en las bibliotecas.
La clave: su letra
El dato que llevó a la verdadera identidad de Zsolt Vamos fue la letra con la que rellenaba las fichas en las bibliotecas para acceder a los fondos antiguos.
Copia del carné de
la Biblioteca General de la Universidad de Salamanca rellenado por él mismo.
Los agentes realizaron un estudio caligráfico de su escritura y firma. Finalmente encontraron que coincidía con un documento de identidad expedido en Hungría para un ciudadano llamado Zsolt Vamos.
Su acompañante y el Mercedes Benz
Cotejando los registros en hoteles próximos a las bibliotecas históricas, en el hotel Alfonso VI de Toledo, el recepcionista reconoció al ladrón. Además aportó dos datos clave para apresar a Vamos:
1
2
Viajaba en un Mercedes Benz negro. La agencia de alquiler de vehículos facilitó la matrícula: 8740-GLH
Le acompañaba una mujer a la que el recepcionista describió perfectamente: dominicana, muy guapa, joven, muy exuberante. «Se llama Evelyn»
Estrechando el cerco
Los agentes establecieron controles y avisaron a las bibliotecas y a los hoteles. La idea era localizarlo y atraparlo inmediatamente después de uno de sus golpes.
Un céntrico hotel de Pamplona,
el Leyre, tenía dos clientes con esas características.
Fachada del hotel Leyre en Pamplona. Ana Nuin
El final de la persecución
El 8 de agosto de 2009, después de visitar la Biblioteca de la Universidad de Navarra y el Archivo Real y General de Navarra, regresó al hotel Leyre. Los agentes de la Unidad de Patrimonio Histórico le estaban esperando.
Los guardias civiles encontraron mapas, documentos y libros robados en las cajas y cajones de la habitación del hotel
Evelyn, la pareja de Vamos, le increpaba: «Te lo dije, te dije que me había cruzado con gente sospechosa»
Entre la habitación y el Mercedes Benz negro, los agentes recuperaron 67 mapas e ilustraciones de las bibliotecas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Universidad de Navarra, Archivo General de Navarra, Soria y El Burgo de Osma.
El valor de lo robado superaba el medio millón de euros.
Además, se intervinieron dos pasaportes falsos, cuchillas, reglas y cúteres alterados para que no fueran descubiertos por los detectores de metales. También camisas y americanas con doble fondo para esconder los documentos que robaba. Y una agenda en la que había anotado minuciosamente una ruta de bibliotecas que tenía previsto visitar, muchas de ellas en Castilla y León.
Fuente: Elaboración propia
Así fue detenido
el Ladrón de mapas
Zsolt Vamos planificaba sus robos al detalle. El plan comenzaba consultando las webs de las bibliotecas o el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español para localizar las obras que le interesaban.
El comienzo
Los primeros robos de los que hay constancia se perpetraron entre 2007 y 2008, años en los que Vamos llegó a visitar varias bibliotecas de ciudades como Toledo y Valladolid.
Una de las dobles páginas sustraidas de la Biblioteca Pública de Soria
Dobles páginas robadas de la Biblioteca Pública
de Valladolid
La alerta
En marzo de 2008, la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial dio la voz de alarma y puso una denuncia en la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil. Había desaparecido un mapa desplegable del siglo XVI que formaba parte de un tratado sobre cosmografía y expediciones geográficas editado en 1537.
Real Biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Xauxa Håkan Svensson
La identificación del ladrón
Los agentes contaban con las imágenes de las cámaras de las bibliotecas y copias de sus pasaportes falsos. Esas fotografías mostraban a un hombre de media edad, robusto, bien vestido, con el pelo cano y no muy alto.
Copia del pasaporte falso usado para identificarse en las bibliotecas.
La clave: su letra
El dato que llevó a la verdadera identidad de Zsolt Vamos fue la letra con la que rellenaba las fichas en las bibliotecas para acceder a los fondos antiguos.
Copia del carné de
la Biblioteca General de la Universidad de Salamanca rellenado por él mismo.
Los agentes realizaron un estudio caligráfico de su escritura y firma. Finalmente encontraron que coincidía con un documento de identidad expedido en Hungría para un ciudadano llamado Zsolt Vamos.
Su acompañante y el Mercedes Benz
Cotejando los registros en hoteles próximos a las bibliotecas históricas, en el hotel Alfonso VI de Toledo, el recepcionista reconoció al ladrón. Además aportó dos datos clave para apresar a Vamos:
1
2
Viajaba en un Mercedes Benz negro. La agencia de alquiler de vehículos facilitó la matrícula: 8740-GLH
Le acompañaba una mujer a la que el recepcionista describió perfectamente: dominicana, muy guapa, joven, muy exuberante. «Se llama Evelyn»
Estrechando el cerco
Los agentes establecieron controles y avisaron a las bibliotecas y a los hoteles. La idea era localizarlo y atraparlo inmediatamente después de uno de sus golpes.
Un céntrico hotel de Pamplona,
el Leyre, tenía dos clientes con esas características.
Fachada del hotel Leyre en Pamplona. Ana Nuin
El final de la persecución
El 8 de agosto de 2009, después de visitar la Biblioteca de la Universidad de Navarra y el Archivo Real y General de Navarra, regresó al hotel Leyre. Los agentes de la Unidad de Patrimonio Histórico le estaban esperando.
Los guardias civiles encontraron mapas, documentos y libros robados en las cajas y cajones de la habitación del hotel
Evelyn, la pareja de Vamos, le increpaba: «Te lo dije, te dije que me había cruzado con gente sospechosa»
Entre la habitación y el Mercedes Benz negro, los agentes recuperaron 67 mapas e ilustraciones de las bibliotecas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Universidad de Navarra, Archivo General de Navarra, Soria y El Burgo de Osma.
El valor de lo robado superaba el medio millón de euros.
Además, se intervinieron dos pasaportes falsos, cuchillas, reglas y cúteres alterados para que no fueran descubiertos por los detectores de metales. También camisas y americanas con doble fondo para esconder los documentos que robaba. Y una agenda en la que había anotado minuciosamente una ruta de bibliotecas que tenía previsto visitar, muchas de ellas en Castilla y León.
Fuente: Elaboración propia
Zsolt Vamos basaba su modus operandi en los grandes ladrones de mapas de la historia. Uno de ellos era César Ovilio Gómez, que en 2004 mutiló con una hoja de afeitar 10 libros para robar 19 grabados de la Biblioteca Nacional. O Edward Forbes Smiley III, que con una navaja robó 87 mapas valorados en tres millones de dólares de la Biblioteca Pública de Nueva York.
Más información sobre esta historia:
Liliana Martínez Colodrón
Liliana Martínez Colodrón
En su caso, el falso periodista húngaro tallaba sus propias herramientas para afilar tarjetas de plástico y convertirlas en afilados cúteres que podían pasar los arcos detectores de metales. Con estos utensilios, que escondía en los cuellos de sus camisas, cortaba los mapas de forma precisa y meticulosa, con un corte limpio. En ocasiones, hasta después de unos días los trabajadores de las bibliotecas no eran conscientes de los robos. No se podían imaginar que aquel hombre educado y bien vestido fuera el temido delincuente que saqueaba archivos y bibliotecas, mutilando valiosísimas obras de arte.
El ladrón consultaba los fondos documentales de diferentes bibliotecas y elige aquellos que puede colocar en el mercado negro.
Para acceder a las bibliotecas, Zsolt Vamos conseguía una acreditación haciéndose pasar por periodista de investigación histórica.
Una vez dentro y con el libro delante, sacaba un cúter disimulado en la funda de gafas o un plástico duro y afilado y cortaba las páginas dobles por el medio.
Entonces escondía las dos páginas obtenidas en un doble forro de su chaqueta o en un portafolios. El libro cercenado volvía a su sitio aparentemente intacto.
En ocasiones, enviaba las páginas obtenidas por correo ordinario a su dirección en Hungría.
AUX STEP FOR JS
Gracias a esta detención fueron recuperados 67 mapas y tratados de geografía de los siglos XVI y XVIII robados en las bibliotecas de Castilla- La Mancha, Castilla y León, La Rioja, la Universidad de Navarra, el Archivo General de Navarra, la Biblioteca Capitular de El Burgos de Osma y la Biblioteca Pública de Soria. Estos son todos los mapas y documentos que se pudieron devolver a sus bibliotecas históricas:
Por desgracia, otras bibliotecas como las de las universidades de Valladolid o Salamanca y la de Toledo no pudieron recuperar lo robado. Quince años después, y a pesar de que Zsolt Vamos se encuentra en busca y captura tras no presentarse al juicio, no pierden la esperanza de que algún día esos mapas y libros reaparezcan en algún lugar del mundo.
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Edurne Martínez | Madrid, José A. González, Sara I. Belled y Álex Sánchez
Olaya Suárez | Gijón y Álex Sánchez
Fernando Morales | Madrid
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