Los hoteles burgaleses esperarán a la fase 3 para abrir y confían en llegar a un 60% de ocupación este verano

Es por esto que la gran mayoría de los hoteles permanecerán cerrados, a excepción de aquellos que se han mantenido abiertos como servicios esenciales durante la pandemia, y un caso concreto en el polígono, que por su ubicación ha visto cómo su actividad se ha reactivado con la llegada de trabajadores que hacen labores de mantenimiento y reparación a varias fábricas de la industria local. Desplazamientos interprovinciales permitidos por estar justificados por motivos laborales.

El resto de establecimientos seguirá esperando, como asegura Luis Mata, vicepresidente de la Federación de Hostelería de la ciudad y representante de la Asociación Burgalesa de Hospedaje. «Si hay demanda, que sería lo ideal, quizás algún hotel abriría antes de la fase 3, que sería lo ideal», desea.

En estos momentos, tan solo cuatro hoteles de la ciudad se encuentran abiertos, sin embargo, el pase a la fase 1 de la ciudad sí parece haber animado a los turistas a comenzar a reactivar las reservas. «Desde este domingo hemos notado un arranque de las reservas. Es un arranque leve, no tiene nada que ver con lo que era el ritmo habitual de reservas en un hotel, pero empieza a haber reservas nuevas, algo que hasta este domingo no ocurría», asegura Mata.

Este soplo de aire no evita que las perspectivas para el verano no cambien demasiado: «Esperamos un verano bastante más flojo que cualquier año precedente, incluso más flojo que el verano de la crisis, más flojo que el de 2011, pero poco a poco veremos lo que se puede ir salvando».

Estas reservas comienzan a hacer ver la luz al final del túnel a los hoteleros, que ven que julio y agosto empiezan a reactivarse. «Lo que esperamos nosotros es que, si de media en los meses de julio y agosto los hoteles de Burgos tienen una ocupación del 85-90%, este año podamos alcanzar el 60%. Si son los principales meses, y teniendo en cuenta que el resto del año hemos estado con ocupaciones del 0%, pues es un año desastroso, pero a ver lo que se puede salvar», asegura resignado.