Los hosteleros de Burgos reivindican garantías sanitarias y medidas realistas para evitar más pérdidas en el sector

La situación para este sector es de «desamparo», según Labarga que afirma que las medidas anunciadas por el Gobierno «han generado más dudas y más incertidumbre en el sector» porque, manifiesta, «son económicamente inviables». Por este motivo, mantiene que lo más importante es especificar la normativa sanitaria que deben cumplir los establecimientos y, después, «desescalonar y establecer el resto de normas».

En Burgos son cerca de 350 negocios asociados al colectivo que preside Labarga que reconoce: «El lunes 4 abrirán pocos o ninguno, porque quienes ya se dedicaban al reparto a domicilio lo han hecho bien y seguirán funcionando, pero para quienes no nos dedicamos a ello, no nos compensa». De cara al próximo 11 de mayo, fecha prevista para que reabran al público bares y restaurantes con un 30% de ocupación, Labarga espera que el Gobierno «rectifique». «No se trata de abrir porque sí, garanticemos unas condiciones sanitarias mínimas y luego busquemos la forma de llegar a un equilibrio económico», argumenta. Respecto al porcentaje de los aforos, confiesa que «se verá después de haber sentado las primeras bases».

En este sentido, una de las reivindicaciones principales entre los hosteleros es la imposibilidad de hacerse cargo del 100% de los gastos pero acogiendo a un porcentaje mínimo de clientes. «Tenemos miedo», asegura Labarga, «hay que buscar un punto intermedio para poder cubrir tantos gastos».

El punto positivo se lo otorgan al Ayuntamiento de la ciudad, «tienen máxima predisposición con nosotros y todos estamos dispuestos a ser flexibles, mantenemos con el equipo de gobierno comunicación constante», declara Labarga. No pueden decir lo mismo de la Junta de Castilla y León, a la que reprochan haber dejado al sector «al margen» de las ayudas pero con la que mantendrán reuniones durante la próxima semana. El monumental impacto económico derivado de la emergencia sanitaria y del decreto del estado de alarma aún no se ha cuantificado en Burgos, pero el presidente de los hosteleros señala que «durante los primeros meses de la desescalada buscamos al menos poder cubrir gastos aunque no va a haber ganancias». No obstante, añade: «Todavía no hemos valorado el impacto global que ha supuesto esta crisis para la hostelería pero algún compañero no va a poder reabrir sus puertas».