La hostelería de Burgos reabre el interior y centra ya sus demandas en la vuelta del ocio nocturno

Precisamente los hosteleros se congratularon de una decisión que solicitaron hace semanas y que ha llegado este 21 de mayo. «Es una grata sorpresa. Se vuelve a un estado natural de trabajo con las cenas y con la apertura de negocios que no tenían terraza. A partir de ahí, es el primer rayo de luz de una cierta normalidad que tanto estábamos deseando», analiza el presidente de la Federación Provincial, Fernando de la Varga.

Con el objetivo del retorno del interior de los locales, los hosteleros centran ahora sus peticiones en la vuelta de los locales del ocio nocturno. Ardua tarea que «dependerá de la vacunación». «El ocio nocturno, dentro del sector, es el que más ha sufrido y el que más lo va a seguir haciendo. Según vaya afectando la vacunación, seguiremos persiguiendo a las autoridades para que las medidas sean más laxas», añade De la Varga.

Precisamente, el argumento que esgrimen desde esos locales, cerrados desde hace meses o reinventados para acoger clientes en otros horarios, es que su apertura serviría para controlar reuniones sociales congregadas alrededor de botellones. «El botellón va a seguir estando, pero la pandemia lo ha intensificado. Por eso nunca hemos entendido el cierre de la hostelería, ya que somos espacio seguro y controlábamos ese ocio alternativo descontrolado. Era una paradoja extraña que los políticos no entendían», desgrana el presidente de los hosteleros, que reconoce que este alivio den las restricciones no soluciona los problemas de facturación.

«Estamos abiertos hasta las 12 de la noche con el 75% del aforo, sin barras y con muchas limitaciones. No pensemos que con esto salvamos la hostelería. Seguimos con un amplio número de restricciones. La apertura del interior es una herramienta que nos va a permitir mantenernos. Mientras no estemos trabajando a un 90% no podemos hablar de un futuro esperanzador para el sector», continúa.

En este sentido, manifiesta: «No sé si se han necesitados unas elecciones en Madrid. Pero en cierta manera se ha visto un plano político-sanitario durante muchos meses. Ahora se imponen unos criterios políticos basados en la vacunas. Ya va siendo hora que en nuestra comunidad se vea que hay un presidente que marca una línea a seguir«.

No obstante afirma que las ayudas de la Junta no han atendido las reivindicaciones del sector porque tinene claro que «no son ayudas», dado que De la Varga las entiende «como la persona que trabaja y no llega al final de mes. A esa persona hay que ayudarla. Nuestro caso, no nos ha permitido trabajar. Es una compensación ante la limitación de poder trabajar. Son conceptos que hemos confundido. Las compensaciones son escasas y no van a salvar a un establecimiento en una situación complicada«

Por eso reconoce que la situación dista mucho de ser buena para los hosteleros, porque, según lo expresa, «la guerra hay que darla desde hoy y como suele ser habitual por la consejería de Seguridad, ahora no están claros los criterios para la desescalada». Lamenta que esto les sitúa «en un limbo» y anuncia que seguirán presionando «para intentar tener las cosas más claras. Seguimos estando vendidos«, concluye.