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Un agente de la Guardia Civil con un perro adiestrado rastrea el terreno.

La Guardia Civil reactiva la búsqueda de Marta Calvo en Valencia

Los investigadores rastrearán una zona donde el presunto asesino en serie estuvo dos horas poco después del crimen | El terreno ha sido delimitado tras la geolocalización de uno de los móviles que utilizaba el delincuente

JAVIER MARTÍNEZ

Valencia

Martes, 7 de septiembre 2021

La Guardia Civil ha reactivado la búsqueda de Marta Calvo en una zona de monte próxima a la casa de Manuel donde fue asesinada la joven. Los investigadores del Grupo de Homicidios de Valencia y de la Unidad Central Operativa (UCO) han preparado un operativo ... para rastrear mañana el paraje y buscar el cadáver en varios lugares como un pozo, un pequeño vertedero ilegal y otros puntos situados en una zona delimitada por la geolocalización de uno de los móviles que utilizaba el presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J., el narcotraficante acusado de matar a Marta Calvo y otras dos mujeres.

Según los posicionamientos de su teléfono, el delincuente colombiano estuvo dos horas en un paraje cercano al pueblo poco después de la muerte de la joven de 25 años. Aunque esa zona ya fue rastreada por la Guardia Civil durante el primer operativo de búsqueda en 2019, los agentes examinarán el terreno de forma más minuciosa con perros adiestrados en la búsqueda de restos cadavéricos.

Dos agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil reconocieron la zona este verano para preparar el operativo y determinar los lugares donde Jorge Ignacio P. podría haber enterrado o ocultado el cadáver. Tras la costosa e infructuosa búsqueda del cuerpo en el vertedero de Dos Aguas, los investigadores sospechan que el presunto asesino en serie mintió en su declaración y no habría descuartizado el cadáver, sino que lo habría ocultado en algún lugar recóndito.

Antes de que fuera detenido por el crimen de Marta Calvo, el narcotraficante usaba tres teléfonos de las marcas Apple, Wico y BQ y se deshizo de los móviles el 11 de noviembre de 2019, cuatro días después de la muerte de la joven, tras arrojarlos a papeleras y contenedores de diferentes calles de Valencia, según su declaración ante la Guardia Civil.

Uno de los móviles tenía un programa de encriptación de llamadas, aunque el sistema de cifrado no impidió a los investigadores conocer la ubicación del presunto asesino en la franja horaria que asegura que se deshizo del cadáver. Los expertos en telecomunicaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ya elaboraron un informe con los datos de geolocalización del teléfono para reconstruir todos los movimientos que realizó Jorge Ignacio la noche del crimen y el día posterior.

Los datos de las antenas de telefonía han reducido y delimitado la zona de monte donde el delincuente permaneció cerca de dos horas después del crimen. Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que el narcotraficante pudo emplear ese tiempo para deshacerse del cadáver. El paraje se encuentra a un kilómetro de distancia de la vivienda de Manuel donde el presunto asesino asegura que descuartizó el cuerpo de la joven tras mantener relaciones sexuales consentidas con ella y consumir cocaína.

Tras entregarse en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, el detenido declaró que había descuartizado el cadáver después de que la joven falleciera de forma accidental por una sobredosis de cocaína, pero los investigadores consideran inverosímil este relato y creen que el individuo provocó la muerte de Marta con dolo al introducirle droga en su cavidad vaginal sin su consentimiento.

Ocultar el cuerpo

La Guardia Civil sospecha que Jorge Ignacio podría haber ocultado el cuerpo de la víctima para impedir su hallazgo y una autopsia que determinaría una posible muerte violenta de la joven. Los agentes que asumieron la investigación consideraron esta hipótesis desde el principio.

Sin embargo, la existencia de otras pruebas que refuerzan la confesión del descuartizamiento, como los posicionamientos del teléfono del presunto asesino en los lugares donde declaró que había arrojado las bolsas con los restos humanos –tres contenedores de Alzira y Silla–, llevaron a la Guardia a buscar el cadáver en el vertedero de Dos Aguas con el enorme esfuerzo que supuso el rastreo de varios miles de toneladas de basura.

Además de obtener los datos de geolocalización del móvil, los especialistas de la UCO también realizaron mediciones de cobertura de las antenas de telefonía móvil en los términos de Manuel, Alzira, Llosa de Ranes, l'Olleria y Silla para reconstruir con mayor precisión todos los movimientos que realizó Jorge Ignacio en las horas y días posteriores al crimen.

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