Greta Thunberg convoca una gran huelga contra el cambio climático

Junto a otros miembros de Juventud por el Clima de varios rincones del planeta, cada uno desde sus hogares y compartiendo pantalla, Thunberg parece la misma niña que no cumple años y que irrumpió en la escena ambiental con una solitaria manifestación. Con modestia se presenta como «activista climática de Suecia» y advierte que no hablará mucho. Lo hace en tres minutos. Su perro ladra detrás de ella.

Viste camiseta y sudadera, su uniforme de lucha. «Debemos actuar ya por los niños y el futuro de las próximas generaciones», mantiene con la misma claridad y contundencia mostradas en diferentes actos, como la Cumbre del Clima de Naciones Unidas del año pasado. Mensajes claros y cortos. Advierte de las consecuencias mortales que ya son realidad y de los esfuerzos por reprimir las protestas. «Yo y muchos otros somos privilegiados por poder hablar. En otras partes ilegalizan y persiguen a los que luchan por sus derechos». El día clave es el 25 de septiembre.

Con 17 años, Greta Thunberg nunca se ha ido, aunque prefiera las trincheras de Fridays for Future y Juventud por el Clima antes que la vanguardia individual. En la rueda de prensa de ayer se encuentra con viejos amigos, que la han arropado y protegido de las cámaras que la persiguen como una jauría. Mitzi Jonelle-Tan (Filipinas), Cristina van Tol-Heraud (Alemania), Disha Ravi (India), Eyal Weintraub y Nicole Becker (ambos de Argentina), Kevin Mthai (Kenia) y Laura Muñoz (Colombia) tomaron la palabra en la rueda de prensa transmitida por el canal de la organización 350.org. La movilización no se ha perdido con la pandemia, ratificaron. Hay movilización social, alertan. El viernes en la tarde, Thunberg sigue muy atenta las palabras de sus compañeros.

La adolescente Thunberg lo reafirma en su película 'I am Greta', todavía sin estrenar. «Hay un movimiento real que está creciendo. Quiero que te asustes, estamos en medio de una extinción masiva y se acaba el tiempo». En la cinta estrenada en el Festival de Venecia se reconoce una «nerd» que lee mucho. «No puedo simplemente sentarme sin hacer nada por el medio ambiente». Ahora es una candidata al premio Nobel en una edición que también tiene a Donald Trump entre los figurantes. Tiene posibilidades de ganarlo, al menos las mismas que el de la Casa Blanca. «Hago un llamado a cada persona. Debemos continuar la lucha por que no hay opción. Es una cuestión de vida o muerte», sentencia.