J.M.L.
Guadalajara
Lunes, 2 de septiembre 2024, 11:36
A punto de inaugurarse el parador número cien de la Red de Paradores de Turismo -el de Molina de Aragón (Guadalajara)- el edificio, que iba a recibir a los primeros clientes este jueves, ha sufrido un grave problema de goteras por las lluvias caídas durante el pasado fin de semana. Grandes chorros de agua han caído por los techos de la recepción y otras dependencias de este parador que el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, tenía previsto inaugurar el 4 de septiembre. Precisamente, Paradores de Turismo comunicó este lunes que pospone forzosamente la apertura por los daños y desperfectos sufridos en el establecimiento, lo que también obliga a retrasar su apertura al público. Ya se está contactando con los clientes que tenían reserva para trasladarles las disculpas y ofrecerles la posibilidad de modificar su reserva para alojarse en otro parador o posponerla hasta conocer la nueva fecha de apertura.
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Su construcción, en la que se han invertido 22 millones de euros, fue un compromiso del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para dinamizar la economía de esta comarca despoblada tras el devastador incendio de Guadalajara del año 2005 en cuya extinción fallecieron once miembros de un retén forestal y se quemaron más de 13.000 hectáreas. Además, ha creado 35 puestos de trabajo directos. Las obras las ha ejecutado la empresa Tragsa, que ha levantado un edificio orientado hacia el castillo de Molina de Aragón con materiales que integran la construcción en el paisaje por el uso de la piedra como elemento principal. Cuenta con 22 habitaciones estándar y otras dos con salón -todas ellas con vistas al castillo de Molina de Aragón-, salón polivalente de eventos, restaurante y cafetería, terraza para eventos y un spa. Espacios que están acondicionándose tras los problemas creados por las goteras para que luzcan el día de su inauguración.
Pero las abundantes lluvias caídas durante el fin de semana no sólo han complicado la inauguración de este nuevo parador ya que hasta 35 municipios de la provincia de Guadalajara se han quedado sin agua potable. Son los pueblos abastecidos por la Mancomunidad de Aguas del Tajuña. El río Tajuña ha aumentado notablemente su caudal con mucho barro pero la planta potabilizadora no cuenta con sistema de depuración de aguas embarradas y ha tenido que detener su funcionamiento, con lo que el agua ha dejado de ser potable. Para afrontar esta situación, la Diputación Provincial de Guadalajara ha comenzado a enviar camiones cisterna para poder abastecer a los vecinos afectados.
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