El Gobierno decreta el fin de las últimas mascarillas

Se formaliza, de esta manera, la recomendación «unánime» del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, emitida el 23 de junio, cuando las autoridades de las comunidades autónomas y las ministeriales coincidieron en que la obligatoriedad de los tapabocas era innecesaria. Las conclusiones del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) era de la misma opinión.

Hace más de tres años, el 14 de marzo, se decretaba el estado de alarma. «Hoy es un día que debemos mandar un mensaje de recuerdo, a las víctimas de esta terrible pandemia y a los que perdieron la vida y sus familiares», dijo Miñones, con un panorama «totalmente distinto» con más del 90% de la población con dosis completa de vacunación (105 millones de vacunas, menos del 1% de fallecimientos y hospitalizaciones a causa del covid y 1.207 días de alerta epidemiológica.

Eliminadas en lo que queda de la vida cotidiana, seguirán usándose en los mismos lugares clínicos que antes, como en los quirófanos o en lugares compartidos con personas inmunodeprimidas. Aquellos que la usen voluntariamente podrán continuar poniéndoselas en las calles o el transporte público, como no podía ser otra manera. El ministro recomendó, sin embargo, proseguir con la «cultura de la responsabilidad» puesto que el covid todavía causa unos 1.200 ingresos en el hospital.