Adiós al Ford Fiesta. La producción del 'Forfi', como se le conocía cariñosamente entre sus propietarios, termina este mes de julio después de más de 22.000.000 de vehículos fabricados en 15 plantas alrededor de todo el mundo. Nació en 1976 en la fábrica ... valenciana de Almussafes y ahora pone punto y final a su vida tras casi 47 años circulando por las carreteras de todo el mundo. Un coche que ha sido un éxito para la firma estadounidense desde el primer momento -vendió 1 millón de unidades en apenas tres años - por ser un modelo asequible, versátil, eficiente y práctico, que ha marcado a toda una generación que tuvo en este modelo su primer coche. Un vehículo atractivo, con un consumo moderado, buenas prestaciones y un coche para todo.
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El fin del Ford Fiesta es como la de esa cafetería de toda la vida que tiene que echar el cierre ante la llegada de una gran cadena que además de café y tostadas ofrece otros muchos servicios. Miles de españoles aprendieron a conducir en un Fiesta, miles de ellos lo utilizaron como su primer coche e, incluso, como vehículo de familia. El 'Forfi' nos dice adiós, pero podremos seguir viéndolo por las carreteras y escuchándolo de boca de David Summers y los Hombre G. Ya saben, aquello de 'con un Ford Fiesta blanco…'.
El Ford Fiesta nació para cubrir las necesidades de la sociedad de aquella época de tener pequeños modelos de tracción delantera y por la necesidad del fabricante estadounidense de plantar cara a sus competidores, que ya tenían en el mercado coches como el Volkswagen Polo, Fiat 127 o el Renault 5.
El Fiesta fue el primer compacto de motor delantero transversal y tracción delantera de Ford y el modelo de menor tamaño en cualquiera de los mercados globales en los que ya competía. El diseño final de la primera generación corrió a cargo del carrocero Ghia, compañía que pertenece a Ford. Con motivo de su 40 aniversario, Ford recuperó un vídeo con la entrevista a Karel Willaert, uno de los ingenieros del centro de desarrollo de la marca en Bélgica, y uno de los probadores de la primera generación del Fiesta.
El origen del modelo se remonta a 1972 bajo el nombre secreto de Bobcat, que comenzó dos años después de que Henry Ford II iniciara sus conversaciones con el gobierno español para instalarse en nuestro país. La famosa frase de Ford «pequeños coches, pequeños beneficios» fue entendida a la perfección por su entonces número dos y presidente de Ford Motor Company desde 1970, Lee Iacocca. En su célebre libro biográfico desvela los inicios del proyecto Bobcat: «Los vehículos de pequeñas dimensiones eran el tormento de Henry. Pero yo insistí en que era preciso contar con un coche mediano de tracción delantera; por lo menos en Europa, donde el precio de la gasolina es mucho más alto que en EEUU y las calzadas de las carreteras más estrechas».
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De la mano de Hal Sperlich, jefe del departamento de planificación (y uno de los padres del Mustang) y tras muchas discusiones con los responsables europeos de la marca, Lee Iacocca consiguió que Henry Ford II «asignara mil millones de dólares a la producción del Fiesta« y en septiembre de 1972 la operación Bobcat echaba a andar. Tras tres años de investigación y desarrollo, se comenzó la producción de los motores en la fábrica que Ford había abierto en Valencia en 1974. Su presentación no fue hasta 1976, el mismo año de su comercialización en Europa, salvo en Gran Bretaña, mercado al que no llegó hasta enero de 1977. Años después, el nombre Bobcat fue asignado a un Mercury, otra de las marcas del grupo Ford.
La elección del nombre no fue sencilla entre los directivos de Ford. Se estudiaron nombres como Amigo, Metro, Bravo, Bambi, Bebe, Cherie, Chico, Fiesta, Forito, Pony, Tempo, Bolero y Sierra. Curiosamente, el nombre que logró más consenso fue Bravo, un nombre que tenía registrado General Motors y que había utilizado en su Oldsmobile Super 88 Fiesta, pero que cedió a Ford.
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Finalmente el propio Henry Ford II fue el que tomó la decisión de un nombre 'made in Spain' como Fiesta como guiño a la cultura española ya que iba a ser fabricado en la nueva factoría de Ford en Valencia. Alguno de estos nombres que se barajaron para bautizar al Ford Fiesta terminaron siendo utilizados en otros modelos como el Ford Sierra, un familiar de los años ochenta. Otro, como Bravo, fue utilizado para llamar a modelos de diferentes marcas como Fiat o Mazda, quien llamó así a un antiguo pick-up en Australia.
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