Un 8-M con el feminismo más dividido que nunca

Por un lado, la Comisión del 8-M ha convocado una concentración que arrancará a las 19:00 en Atocha a la que acudirán tanto las representantes de Unidas Podemos como del PSOE. Aunque estos últimos lo hacen incidiendo en que son «un partido feminista que defienden las reivindicaciones» como «el abolicionismo de la prostitución».

Precisamente lo que defienden las feministas que se han desmarcado de la convocatoria oficial. El Movimiento Feminista de Madrid, que marcha bajo el lema 'El feminismo es abolicionista', también ha convocado a las 19.00 horas para recorrer la Gran Vía, hasta la Plaza de España.

Una de las causas por las que está división es hoy más notoria que nunca se debe a la agenda política implementada por la titular de Igualdad, Irene Montero, cuya Ley Trans -aún pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros- ha puesto encima de la mesa la aplicación de las teorías queer y la autodeterminación de género. Algo que ha propiciado una batalla sin cuartel entre el denominado feminismo clásico -representado históricamente por el PSOE- y el nuevo, cercano a las tesis de Podemos.

En el Congreso también ha tenido lugar esta mañana un acto para reivindicar el 8-M. A él han asistido personalidades como Pepa Bueno, directora de el País; Rosa Menéndez, presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas o Eva Moral, deportista paralímpica. Un evento en el que el carácter institucional ha propiciado que en el hemiciclo sí resuene un mismo mensaje: el de la unidad por alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.

«Quedan muchos ámbitos en los que avanzar: las dobles discriminaciones por pobreza, precariedad, racismo, orientación sexual; en el ámbito laboral, sigue habiendo brecha salarial y en pensiones; menor reconocimiento en algunos ámbitos como el artístico o el deportivo; la falta de Presidencia del Congreso de los Diputados mujeres en las carreras técnicas y científicas, por autolimitación y por falta de referentes», ha afirmado Batet.

El grueso del acto ha consistido en una mesa redonda sobre la presencia y el papel de la mujer en los distintos ámbitos de la sociedad, las conquistas logradas en la lucha por la Igualdad entre hombres y mujeres y los retos aún pendientes, moderada por las presidentas de la Comisión de Igualdad del Congreso y del Senado, Carmen Calvo y Josefina Bueno, respectivamente.

Al igual que en el PP, donde también hubo ocasión para lanzar un mensaje sobre la importancia de la igualdad entre todos. Cuca Gamarra, máxima autoridad popular en esta etapa de transición hacia Feijóo, presidió un acto en Génova junto a la vicesecretaria Ana Pastor. «Nadie nos puede decir dónde llegar. Nadie nos puede poner límites», afirmó.