Fallece el bebé que se atragantó mientras merendaba en una guardería de Valencia

El menor ingresó el lunes en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos tras las lesiones irreversibles que sufrió por la falta de oxígeno en su cerebro debido a la obstrucción de sus vías aéreas. El trágico suceso tuvo lugar sobre las cuatro de la tarde del lunes poco antes de que la madre del pequeño acudiera a la guardería para recogerlo. Una de las cuidadoras que trató de reanimar al niño declaró a la Policía que estaba «contento y bien» cuando se metió en la boca el último trozo de la merienda.

El menor masticó el pan con aceite y sal, pidió agua a su profesora y se sacó la comida de la boca. Instantes después, se tiró al suelo y otra cuidadora lo levantó para darle agua, y fue entonces cuando notaron «algo raro».

Tras llamar al 112 y a la madre del niño, las empleadas de la guardería reanimaron al menor y lo colocaron en posición lateral de seguridad, ya que expulsaba algunas gotas de sangre por la nariz y la boca.

Aunque en un principio creían que el niño se había mordido un labio mientras masticaba, descartaron esta posibilidad cuando comprobaron que respiraba con dificultad. Las cuidadoras también mojaron la frente y la nuca del menor, que reaccionó con lloros, pero luego quedó en estado de inconsciencia. Estaba rígido y pálido.

Tras recibir el aviso del atragantamiento, tres patrullas de la Policía Local de Valencia y un equipo del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) acudieron con urgencia al lugar para auxiliar también al niño, que apenas podía respirar al tener obstruida la tráquea con migas de pan. Una policía local con conocimientos de primeros auxilios practicó un masaje al pequeño para intentar que expulsara el trozo de comida.

Fueron momentos de gran tensión y nerviosismo en los que la vida del pequeño pendía de un hilo. Poco después llegaron los sanitarios del SAMU, que practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada al menor (durante 20 minutos) hasta que recuperaron sus constantes vitales y lo trasladaron al Hospital La Fe, donde quedó ingresado en estado crítico.

Un coche patrulla de la Policía Local de Valencia abrió paso a la ambulancia del SAMU para que llegara lo antes posible a La Fe. Además, otros agentes cortaron la circulación en varios cruces para agilizar el tráfico en el itinerario del vehículo sanitario. Esto posibilitó que la ambulancia tardara muy pocos minutos en llegar a hospital, donde otro equipo médico ya estaba preparado para relevar al personal del SAMU.

Los primeros agentes de la Policía Local que acudieron a la guardería, además de intentar reanimar al pequeño y facilitar la labor del SAMU, tomaron declaración a las tres cuidadoras que estaban en el lugar para esclarecer cómo ocurrieron los hechos y para realizar el correspondiente atestado policial.