Las dos coladas frenan su avance hacia La Laguna

Las rocas incandescentes dejaron un panorama desolador tras arrasar parte del barrio de La Laguna. Destruyeron la gasolinera, el colegio, una sociedad recreativa y amenazaban con llegar hasta la iglesia de San Isidro, levantada por los propios vecinos. Ante el flujo continuado de lava, los pobladores de La Laguna recordaron la suerte funesta del cercano Todoque, que acabó sepultado por la colada.

La lava obligó el miércoles por la noche a desalojar de manera preventiva los barrios de Marina Alta, Marina Baja, La Condesa, Cuesta Zapata y San Borondón, en Tazacorte, así como Las Martelas, en Los Llanos de Aridane. Fueron 45 las personas desalojadas, que buscaron cobijo en casas de amigos y familiares. Así las cosas, la cifra de personas evacuadas y acogidas en hoteles de La Palma asciende a 416, de las que 375 se alojan en Fuencaliente y el resto en Los Llanos de Aridane.

El frente que se halla a unos 120 metros del mar y que podría causar el confinamiento íntegro de Tazacorte está en la misma posición que hace casi una semana, debido a que no se ha alimentado de nuevos flujos de lava.

En este momento se está extremando la limpieza de cenizas depositada en los tejados, dado que a partir de hoy los meteorólogos prevén la aparición de lluvias, lo que incrementará su peso y con ello el peligro de que se derrumben las cubiertas. Con todo, las precipitaciones serán débiles, aunque si aumentaran crearían un problema añadido: el malpaís de la zona (rocas poco erosionadas) al ser bastante impermeable, generarían escorrentías.

La temperatura de los cinturones de fuego que se adentraron en el barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, alcanza los 1.150 grados, conforme a las mediciones realizadas por el Instituto Geológico y Minero de España.

La sucesión de terremotos sigue sin dar tregua a la isla. Este jueves se contabilizaron 50 seísmos desde la medianoche, entre los que destaca uno de 4,3 grados de magnitud que tuvo lugar en Villa de Mazo, a 37 kilómetros de profundidad. Los vulcanólogos temen que la fuerza de los temblores arrecie. María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, sostuvo que, a la luz del nivel de sismicidad actual, los terremotos pueden llegar a registrar una magnitud de 6.

Las condiciones atmosféricas mejoraron la calidad del aire y propiciaron que el nivel de partículas en suspensión no fuera preocupante. Las estimaciones describían la situación como «moderadamente buena». El viento desplazará la nube de cenizas hacia el sur-suroeste, lo que mejorará la operatividad del aeropuerto.

La lava cubría ya 825 hectáreas de la isla, 17 más que el día anterior. La anchura entre coladas se mantiene en 2.900 metros. Según los datos del catastro, hay 1.196 edificaciones destruidas, que el programa de satélites Copérnico (con un mayor margen de error) eleva a más de dos mil.

Por otra parte, el Gobierno pretende fijar la sede de varios centros de investigación en La Palma para alentar la reconstrucción, según anunció la ministra de Ciencia, Diana Morant, que visitó este jueves la isla.