El Papa otorga por primera vez a mujeres el ministerio del lectorado y acolitado

El Papa institucionalizaba así una realidad ya existente en muchas parroquias: la lectura de la Palabra de Dios durante las celebraciones litúrgicas por parte de las feligresas y su servicio en el altar para ayudar al sacerdote o incluso en la distribución de la comunión. Con aquel 'motu proprio' distinguía entre los ministerios para los que es necesaria la ordenación sacerdotal y los que basta con el bautismo y, por tanto, están abiertos para todos los laicos.

En la Eucaristía de este domingo con motivo de la III Jornada la Palabra de Dios, Francisco se sirvió de un nuevo rito nunca hasta ahora utilizado y con el que pone en valor el papel que los laicos desarrollan al realizar estos servicios en sus comunidades. El rito, muy solemne, recordaba en algunos momentos al que utilizan los Papas cuando crean nuevos cardenales. Además de los ocho nuevos ministerios del lectorado y del acolitado, también fueron protagonistas de la ceremonia los ocho seglares -cinco hombres y tres mujeres- a los que Jorge Mario Bergoglio otorgó el ministerio del catequista. Entre ellos estaba la española Rosa María Abad León, catequista de niños en una parroquia del centro de Madrid.

Después de su llamativa decisión sobre los lectores y acólitos, en mayo del año pasado Francisco dio un paso más al instaurar un ministerio para los hombres y mujeres seglares que colaboran con sus comunidades como catequistas. Francisco brindaba de esta manera unas normas claras sobre cómo deben desarrollar su tarea y establecía la formación y otros requisitos que deben cumplir. Les recordaba además la «importancia extraordinaria» de su trabajo para transmitir la fe católica, como ya señalaba el Concilio Vaticano II.

Al conferir el ministerio del laicado y acolitado y el del catequista a varias mujeres, el Papa da un paso más a la hora de reconocer y dar mayor visibilidad a la labor que las católicas hacen en la transmisión de la fe. Cerrada la puerta de la ordenación sacerdotal femenina y sin visos tampoco de que se avance en el camino del diaconado femenino, Jorge Mario Bergoglio ha tratado en cambio de colocar a mujeres en puestos de responsabilidad en la Curia. La última en lograrlo fue la monja italiana Raffaella Petrini, nombrada el pasado noviembre secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Unos 2.000 fieles participaron en la ceremonia de este domingo, entre ellos un buen número de cardenales y obispos. En su homilía, Francisco recordó una vez más a los inmigrantes que se juegan la vida cruzando el Mediterráneo, al comentar: «Cuánto dolor sentimos al ver a nuestros hermanos y hermanas morir en el mar porque no les permiten desembarcar. Y esto, ¡algunos en nombre de Dios!»