J. A. G.
Martes, 25 de abril 2023, 13:44
Las lluvias que cayeron el pasado fin de semana en algunos puntos de la Península no han servido para aliviar la situación de los embalses españoles, que hace una semana se encontraban al 50,65% de su capacidad y hoy están al 50,07%, lo ... que supone que en siete días han perdido 326 hectómetros cúbicos, el 0,58% menos, según los datos que acaba de avanzar el portal embalses.net con información del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco). Con relación a la media de los últimos diez años, los embalses están 18 puntos por debajo, y en comparación con las mismas fechas del año pasado están medio punto por encima. Hoy almacenan en su conjunto 28.074 hectómetros cubicos. La media de los últimos diez años era de 38.000. Los embalses de todas las provincias han perdido agua (eso sí, en porcentajes muy pequeños) menos los de La Coruña, que han subido el 2,5%, Tarragona, Murcia, y también los de Asturias.
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La sequía meteorológica que sufre toda la península (en Andalucía llevan más de cien días sin ver una gota de lluvia) mantiene en situación crítica los embalses de las cuencas andaluzas y los de las zonas internas de Cataluña, que son los que peor niveles presentan. Concretamente, los de la Cuenca del Guadalquivir se encuentran al 24,79% de su capacidad (25,21% la semana pasada), los del Guadalete-Barbate, al 27,86 (28,41) y los catalanes al 25,7% (26,14%). Todos bajan.
Esos pantanos son los que peor están del país junto con las presas de las cuencas del Guadiana (34%), Segura (34%) y Cuenca Mediterránea Andaluza (36%). Todas las demás están por encima del 50% con niveles que llegan 82% en el Cantábrico Oriental o al 81%, en el País Vasco.
La falta de lluvias y los bajos niveles de los pantanos ya ha obligado a restringir el suministro de riego a cultivos de frutas, hortalizas y cereales. Un ejemplo: desde este martes, el catalán Canal d'Urgell ha dejado de suministrar agua adelantando así el fin de la campaña de riego por primera vez en sus 140 años de historia, después de que se abriera el pasado mes de marzo. Esto significa que 70.000 hectáreas de cereales y de árboles frutales del Pla de Lleida se van a quedar sin el agua de otros años.
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