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La embarcación semisumergible incautada en Málaga. Efe

Una embarcación semisumergible para sortear a las autoridades

La Policía Nacional se incauta de la primera lancha de este tipo en España en la 'Operación Ferro', que se zanja con 52 detenidos

Iker Cortés

Madrid

Viernes, 12 de marzo 2021, 15:10

Los narcos agudizan el ingenio, pero el peso de la ley casi siempre se impone. Y eso que el último invento para sortear a la Policía Nacional solo puede calificarse de brillante: una embarcación semisumergible de 9 metros de eslora, 3 de manga y 3 ... de altura, acondicionada para el tráfico de grandes cantidades de droga. No tenía aún nombre -¿las bautizan?- cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la encontraron en una nave industrial de Monda, en Málaga. La embarcación, la primera con esas características localizada en España -en Sudamérica y en Centroamérica, hacia finales de los años noventa, las autoridades se incautaron de ingenios similares-, estaba en construcción cuando los agentes irrumpieron en el recinto. Para su fabricación, se utilizó una quilla sobre la que los narcos montaron una estructura de cuadernas y refuerzos con paneles de contrachapado y fibra de vidrio, que dotaban al conjunto de la necesaria resistencia estructural. Contaba con dos motores de 200 caballos cada uno, controlados desde una consola interior, donde se disponían el volante de gobierno y las palancas de embrague y aceleración de los motores. Los investigadores estiman que tenía capacidad para transportar hasta dos toneladas de estupefaciente.

La gracia del asunto está en que, una vez en el mar, desde un helicóptero u otra embarcación solo se avista la punta del iceberg del navío, porque el piloto y el resto de la carga viajan por debajo del agua. «Les da una ventaja porque pasa más desapercibida que una lancha de goma», explica Rafael Pérez, comisario general de la Policía Judicial. La embarcación, que estaba en fase de preinstalación de los componentes electrónicos, jamás ha salido al agua. «Creemos que se iba a utilizar para salir a alta mar hasta alcanzar una nave nodriza, que le suministraría las dos toneladas de cocaína, para luego regresar al puerto de Málaga y distribuir la mercancía a los compradores», detalla.

Calculan desde la Policía que la embarcación ha costado en torno a un millón de euros y que la planeadora sobre la que asienta la estructura artesanal pudo ser comprada en Bélgica, «aunque también hay otra investigación abierta que sugiere que parte del material pudo venir de Holanda», matiza Pérez. El navío se encuentra ahora en Cádiz, en uno de los pocos depósitos donde se pueden alojar las narcolanchas que la Policía incauta. Allí permanecerá custodiada hasta que la autoridad judicial decida su destino final.

El barco ha sido incautado en el marco de la 'Operación Ferro', una investigación que ha en la que se ha invertido un año y medio y para la que han trabajado 300 funcionarios de la Policía Nacional. El caso se ha zanjado con un total de 52 detenidos, de los que 30 están en prisión, la mayoría de ellos españoles, colombianos y dominicanos. Se han practicado 47 entradas y registros, tanto en naves como en viviendas particulares, la mayoría de ellas en Barcelona, Málaga, Murcia, Tarragona, Castellón, Gerona, Valencia, Granada, Cádiz y Badajoz. Además de la embarcación semisumergible, se han intervenido 2.900 kilos de cocaína en Colombia, 400 kilos de cocaína en España, 700 kilos de hachís en España, un laboratorio en Tarragona con 12.000 litros de precursores, una plantación indoor con más 1.200 plantas, una lancha con fibra de vidrio de 15 metros de eslora y 4 motores de 350 caballos, 100.000 euros en efectivo, cuatro cuentas bancarias y un inmueble.

Según explica el comisario, con el tráfico de hachís y de marihuana la organización se dotaba de financiación para comprar operaciones mucho mayores, como son las de cocaína, «que son para las que creemos que se iba a usar la embarcación, ya que para el resto contaban con una estructura logística de camiones».

La investigación se inició por unas informaciones en las que trabajaba a la Brigada Central de Estupefacientes (Udyco) y que traslada a Colombia y a la agencia estadounidense acerca de que determinadas empresas españolas, y con sede en Cataluña, bajo una apariencia de legalidad querían importar a través de los puertos de Bélgica e Inglaterra sustancias como son el sustrato de coco, la torta de palmiste y el yeso agrícola camuflada con cocaína. Los españoles detenidos «son los que abrieron las empresas, hacían las compras de los precursores químicos y comprobaban el estado de las adquisiciones».

Las distintas fases

Entre los meses de abril y diciembre de 2020 en Colombia se formalizan cuatro operaciones que arrojan el resultado que les he dicho antes de los 2.900 kilos de cocaína. A partir de ese momento, la Policía Nacional entró en acción en noviembre de 2020, que es cuando hizo la primera fase de la operación, que tiene lugar en Tarragona. Se hacen seis entradas y registros con 13 detenidos, 15 kilos de cocaína en un principio, más otros 60 que vienen instalados en la torta de palmiste. Paralelamente, se detiene e interviene un camión que sale de Málaga y se dirigía a Lisboa, con Reino Unido como destino final, en el que se intervienen 100 kilos de hachís y 100 de marihuana, que estaban camuflados en bañeras de hidromasaje. Esto se le traslada a las autoridades policiales portuguesas, donde la policia judiciaria procede a la detención e intervención de este material.

La segunda fase de la operación se lleva a cabo en febrero y es en Málaga donde se producen 5 entradas y registros con cuatro detenidos. Allí se idetentifica un camión en La Junquera, que también se detiene, y se incautan 583 kilos de hachís y el semisumergible.

En la tercera fase hay dos actuaciones, una primera en Barcelona, donde se detiene a uno de los principales investigados que pretendía huir a Holanda. En un primer registro, se incautan 21 kilos de cocaína y en 22 toneladas de sustrato de coco se intervienen otros 300 kilos de cocaína. En una segunda actuación entre Barcelona y Murcia se hacen un total de 9 registros, con 14 detenidos y es donde se identifica el laboratorio, la plantación indoor, otra lancha y 62 kilos de cocaína.

La última fase tiene lugar el 26 de febrero en toda España: Gerona, Barcelona, Tarragona, Castellón, Murcia, Valencia, Málaga, Cádiz y Badajoz. Se hacen un total de 24 entradas y registros con un total de 21 detenidos.

Además de la Udyco Central, que es la que impulsó la investigación, la Brigada Provincial de Policía Judicial de Tarragona, la Udyco Territorial de Barcelona y la Udyco Territorial de Valencia. Además han colaborado cinco agencias extranjeras y Europol como directora y coordinadora de toda la operación. Las cinco agencias extranjeras que han colaborado han sido la Dirección Antinarcóticos de Colombia, Estados Unidos, Holanda, Portugal y el NCA británico.

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