Una profesora de Burgos, quinta mejor docente de España

Esta burgalesa ha quedado en el quinto lugar de estos premios a los que se presentaron más de 1.300 candidaturas. Cristina, que permanece al frente de su centro Sonrieducando, quiso agradecer a «todos los alumnos» que la nominaron y quisieron regalarle «este momento tan emocionante».

Sonrieducando es un centro transgresor en la enseñanza no reglada en Burgos que ya fue nominado a nivel nacional a la mejor docencia en la categoría de Educación no formal, es decir, fuera de las grandes instituciones públicas o privadas.

Los alumnos que forman parte de este centro son niños y jóvenes desde los dos años hasta los 17 años. Además de Cristina, la plantilla está formada por tres profesores más: Andrés, profesor de robótica, primaria y secundaria; Clara, profesora de secundaria y bachillerato y Ángela, como profesora de primaria. Cristina Juárez, que es la fundadora de la escuela, aboga por «la importancia de la educación no formal en la vida de los niños».

La peculiaridad de su escuela nace en sus inicios, y es que la escuela comenzó en su propia casa, que tuvo que reformar y, de esa manera, su hogar se convirtió en el de todos su alumnos.

El método en el que se centra Sonrieducando es la escucha activa de los alumnos y el aprendizaje de las asignaturas básicas, como son las matemáticas, lengua, etc., está basado en el juego. De esta forma, el papel de Cristina es más el de una guía que el de una profesora, porque en su escuela los niños tienen libertad para aprender, no solo la imposición de aprender a través de una explicación.

Con Sonrieducando, Juárez pretendía que en Burgos hubiese un espacio creado por y para los niños, para que así ellos pudieran estar realmente a gusto y aprender según sus curiosidades y motivaciones y, todo ello, cubierto de respeto por parte de profesores y alumnos.

Y aunque el galardón no se ha venido con Cristina hasta Burgos, esta burgalesa tiene claro que la nominación es un claro ejemplo de lo que «ocurre cuando amas tu profesión». «Sigamos haciendo ruido, profes, y creyendo en que una nueva educación es posible. «Tenemos el arma más poderosa para cambiar el mundo!», celebra Cristina.