La pandemia reduce al 50% la asistencia a las actividades extraescolares

Con un protocolo estricto y muchas ganas, las extraescolares se han retomado con un 50% menos de asistencia, según confirma Ana Isabel Obregón, la portavoz de la asociación de empresas de servicios de actividades extraescolares (ASAECYL) en Burgos. «Hemos empezado un poco irregular, hay menos niños, aproximadamente la mitad, pero hay muchas ganas y los niños están emocionados», confirma Ana Isabel.

El «problema es el protocolo de la Junta». Este protocolo, demasiado estricto para la realización de las actividades, obliga a mantener los grupos burbuja de las clases de Educación Infantil y primero de Primaria y provoca problemas en algunos centros «para encontrar aulas disponibles».

A pesar de ello, las actividades han empezado con los niños «muy ilusionados». «Hemos trabajado muchísimo para poder cumplir el protocolo», asegura Ana Isabel, que afirma que se cumplen las distancias, ventilación, el uso del gel hidroalcohólico y las mascarillas a rajatabla, además de respetar los grupos burbuja.

Sin embargo, desde ASAECYL esperan que «se relajen las medidas cuanto antes en los colegios», pues lamentan que son los únicos lugares donde es obligatorio usar mascarilla y mantener distancia, mientras que fuera de ella hay que mantener tan solo una de las medidas. Sin embargo, son optimistas de cara al futuro: «Como todo está mejorando si relajan un poco las medidas se van a apuntar más niños y van a perder un poco el miedo las familias».

Porque hay muchas ganas, pero también han notado que el miedo a los contagios por covid sigue existiendo en las familias. «Los niños están en entornos súper controlados en las extraescolares, porque están en el colegio y porque el protocolo es el más estricto que hay en ningún ámbito y el curso ha empezado muy bien», indica Obregón.

Y aunque el descenso de niños es significativo y equiparable en todas las actividades extraescolares algunas están sufriendo la competencia de una forma más virulenta. Es el caso de los idiomas que se impartían en los colegios, tras la ausencia de estas clases extraescolares muchas familias optaron por las academias cuando estas abrieron. Recuperar a estos niños está costando mucho más que en las actividades deportivas o culturales.

Son los más pequeños quienes más se han animado a vivir la experiencia de las extraescolares: «Los niños de infantil se han animado bastante más, mientras que los niños de 5º y 6º de primaria se han apuntado menos que otros años».

Especial es la situación para los alumnos de primero de Primaria, que «ya van al 'cole de mayores', pero su grupo sigue siendo una burbuja y, por tanto, tratados como los de infantil en las extraescolares». «A partir de enero, cuando todos hayan cumplido seis años, podrán juntarse con el resto de niños de primaria y será distinto para ellos», cuenta Ana Isabel.

Este protocolo ha exigido a las empresas de actividades extraescolares a hacer un sacrificio para ofertar grupos más pequeños, con un máximo de 12 alumnos (la mitad de una clase escolar). De esta manera, no dejan «a nadie sin actividad» y garantizan que «las listas permanezcan abiertas para que los niños se sigan apuntando» a lo largo del curso.

Así, son necesarios «más profesores» para la mitad de alumnos. «Se ha mejorado el proyecto con más material adicional, con grupos reducidos, respetando la distancia, la ventilación y el uso de la mascarilla y el gel. Está funcionando muy bien», sentencia Ana Isabel.