El interés por la religión disminuye en las aulas de los centros públicos de Burgos

La mayoritaria continúa siendo la religión católica, que en el último curso, el que se inició este pasado septiembre, estudia 7.991 niños de educación infantil y primaria. Esto supone un descenso de 1.562 niños con respecto a los niños matriculados en el curso 2019-2020 en estas etapas educativas. En aquella ocasión fueron 9.553 los niños que se matricularon en el estudio de la fe católica. La pérdida progresiva de matriculaciones hace patente en el curso 2020-2021, donde también hubo disminución en el número de alumnos en las aulas de religión, con 8.697 (856 menos que en el curso 2019-2020 y 706 más que en el curso actual).

Este descenso también se deja notar en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), etapa en la que tradicionalmente menos alumnos se matriculan en estos estudios. En el curso 2019-2020 fueron 4.565 alumnos los que se matricularon en religión católica. Esa cifra subió levemente el curso siguiente, cuando 4.618 chavales decidieron continuar con su formación en esta materia. Si embargo, este curso, el descenso ha dejado las matrículas en 4.374 el curso que más matriculaciones ha habido en esta etapa en los tres últimos años.

En Bachillerato la variación ha sido menor en estos tres cursos, en el 2019-2020 fueron 507 los estudiantes matriculados en religión católica, al siguiente año esta cifra ascendió hasta los 522 para descender hasta los 502 en el curso actual.

Pero la religión católica no es la única que se oferta en los centros de educación pública de la provincia. La religión evangélica y la religión islámica también tienen su hueco en las aulas. La fe evangélica es la segunda en cuanto a número de alumnos y, como pasa con la católica, también está registrando un descenso de alumnos matriculados.

En este caso solo se oferta en las etapas de educación infantil y primaria y en la ESO. En infantil y primaria son 187 niños los que se han matriculado este curso, frente a los 233 del curso 2019-2020 o los 216 del curso pasado. En la ESO esa cifra desciende hasta los 10 alumnos del curso actual, misma cifra del curso pasado y cuatro alumnos menos que en el curso 2019-2020.

La religión islámica tan solo se imparte en educación infantil y primaria y es minoritaria en las aulas. Es, eso sí, la única que ha experimentado un leve aumento de matrículas. En el curso 2019-2020 fueron 175 los niños que solicitaron esta formación. Al año siguiente, en el 2020-2021, fueron 183 las matrículas que formalizaron para esta asignatura. En la actualidad son 198 los niños que estudian religión islámica en los centros públicos de la provincia.