Las discrepancias sobre la educación concertada frenan el pacto de reconstrucción

El borrador del documento, elaborado por los dos partidos de izquierdas que sustentan el Gobierno, deja a la concertada fuera de las ayudas destinadas a la educación tras la pandemia. El texto propone que la educación pública sea la columna vertebral del sistema y que «la totalidad del incremento de la inversión» vaya destinado a ella.

«Las administraciones educativas promoverán un incremento progresivo de puestos escolares en la red de centros de titularidad pública al objeto de poder cubrir todas las necesidades de escolarización existentes», establece el texto, que contempla extender la educación «gratuita y pública» a todos los menores de tres años, una maniobra que la escuela concertada interpreta como una estrategia subrepticia para quitarle alumnos de futuro.

El presidente del PP, Pablo Casado, acusó al PSOE y a Unidas Podemos de «sectarismo ideológico» al excluir a la escuela concertada de las ayudas, una postura que hace «difícil» que su formación apoye el acuerdo para la reconstrucción. La propuesta es «un gran error que atenta directamente contra la libertad de elección de las familias», afirmó, al tiempo que rechazó «discriminaciones» y enfatizó la conexión entre ambos modelos: «La educación pública es la pública; y la concertada, pública». «El sectarismo ideológico no se debe incorporar a las propuestas de reconstrucción», zanjó.

En la misma línea se posicionó Ciudadanos, que aunque en otros aspectos de la Comisión de Reconstrucción se ha mostrado flexible hacia las posiciones del PSOE, esta vez se expresó con contundencia en contra del borrador. Si no se incluyen iniciativas de apoyo a la escuela concertada y a la educación especial, «no habrá acuerdo», indicó la formación liderada por Inés Arrimadas. El portavoz de Sanidad del partido naranja, Guillermo Díaz, reclamó al Gobierno que deje aparcados los «prejuicios ideológicos» para poder alcanzar un pacto.

Pero la acusación de sostenerse sobre «prejuicios ideológicos» no pareció hacer mella en los representantes del PSOE, más bien al contrario. «Con nuestra ideología nos presentamos a las elecciones y los ciudadanos nos eligieron», respondió la portavoz socialista en el grupo y exministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, que argumentó que los recursos públicos deben destinarse «a la equidad y a la igualdad de oportunidades». «Por desgracia, sigue existiendo segregación», dijo Carcedo.

El borrador deberá ser votado de nuevo en el Pleno de mañana, y hasta entonces está abierto el plazo para que los partidos incluyan modificaciones. El secretario general del PSOE en el Congreso, Rafael Simancas, pidió a las formaciones que apoyen un pacto «general» y dejen las reivindicaciones concretas para más adelante.