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Justo antes de decretarse el estado de alarma, una semana antes, Sara González, jefa de estudios adjunta de las Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos, se encontraba en Camboya. Hasta allí se desplazó Sara dentro ... de un programa de becas que se espera fructifique en una relación mutua entre la Escuela de Arte de Burgos y la Royal University of Fine Arts (RUFA) de Camboya. Una relación que sería fructífera para ambas instituciones de enseñanza.
Sara explica que el viaje se realizó gracias a una beca que organiza el Consorcio CArtes y la beca tiene como objetivo la observación del profesorado. Se trata de un Erasmus de educación superior en torno a las artes y el diseño. Para que Sara pudiese disfrutar de esta beca tuvo que realizar y presentar un proyecto y así consiguió una plaza. Solicitó viajar a Camboya y se lo concedieron. Las becas ofrecen un viaje de cinco días y «normalmente son de observación pero en este caso tuvimos más inmersión. Dimos algún taller en la universidad de Camboya y tuvimos mucha relación con los profesores. No estuvimos solo observando en las clases si no que participamos activamente», explica Sara. Esta profesora de Burgos realizó una charla sobre la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos en la RUFA, tanto para profesores como para alumnos.
Sara es profesora de las Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño de Moda. En la universidad de Camboya estaban «muy interesados en implantar los estudios de diseño de moda», explica. Cuando Sara viajó creía que sí tendrían estos estudios implantados pero no era así. La contribución de Sara fue importante. Ha exportado sus conocimientos, la organización de la Escuela de Arte de Burgos, el reparto de las materias por cursos para ayudarles a implantar allí Diseño de Moda. «Me percaté de que tenían mucho interés por saber cómo se podían organizar las enseñanzas artísticas centradas en diseño de moda porque es una de las que les faltaban y había mucho alumnado interesado en ellas», reconoce esta profesora.
La Escuela de Arte de Burgos cuenta con una buena posición y prestigio, «estamos contentos con la valoración de nuestros estudios, acuden alumnos de muchos lugares de España a estudiar y el Diseño de Moda está consolidado aquí», apunta Sara. Estudios que todavía no habían llegado a la universidad de Camboya y que Sara ha ayudado a acercar. «Todavía se notaba en las instalaciones que faltaba alguna cosa, sobre todo a nivel tecnológico. Había pocas salas con ordenadores, aulas sin proyector. Tienen estudios de diseño gráfico o diseño de interiores donde trabajan mucho la maqueta», explica esta profesora burgalesa.
Sara no solo exportó sus conocimientos y experiencia en Diseño de Moda. También se trajo a Burgos una «experiencia muy intensa. Estás en un país en el que todo te parece muy emocionante y, además del trabajo, intentas hacer actividades culturales. Ha acabado siendo un viaje muy completo, cansado pero muy completo», reconoce.
La Escuela de Arte de Burgos ahora está más unida a la RUFA de Camboya. Desde aquí Sara seguirá «ayudando para que puedan organizar sus estudios y poder crear becas. La colaboración y la unión queremos que siga con becas para que haya intercambio de alumnos o los alumnos de Camboya puedan venir a la escuela de Burgos», explica Sara. Hasta que eso se materialice, la organización que en Burgos funciona, las asignaturas de cada curso, «toda esa información se la pasamos para que puedan adaptarla a sus enseñanzas», explica la profesora.
Sara también ha hecho descubrimientos en cuanto a su disciplina artística. «Me traigo ese valor que en Camboya dan a su cultura, esa forma de integrarla en lo contemporáneo, creo que eso en España lo perdemos un poco», apunta, «saber que podemos rebuscar en nuestra cultura y traerla al momento actual. Muchas veces nos ponemos a mirar fuera, algo que me parece enriquecedor pero nos perdemos muchas de las culturas regionales. No se ponen en valor, se están perdiendo y se pueden trasladar perfectamente a lo contemporáneo», reflexiona. Salir le ha servido para entrar. El viaje a Camboya ha enseñado a Sara a reflexionar sobre la importancia de la cultura propia.En Camboya tienen enseñanza de danza en la universidad.
Este traslado de la cultura al arte en Camboya no solo se circunscribe a la moda si no que se extiende a todas las disciplinas artísticas. En cuanto a la moda, en Camboya predominan los colores tierra, neutros pero con grandes ornamentaciones que Sara califica de «maravillosas».
Sara viajó a Camboya la primera semana de marzo y reconoce que la covid-19, por entonces todavía coronavirus, sí estuvo presente en el viaje. «Del sábado que fuimos al que volvimos notamos mucha diferencia. En los aeropuertos había miedo, al igual que en el resto del país. Muchos llevábamos mascarilla pero en las calles se veía mucha suciedad. El sábado que regresamos se notaba más miedo y más medidas en los aeropuertos aunque en ningún momento nos tomaron la temperatura», apunta.
En unos estudios tan visuales y manuales como los artísticos puede parecer difícil la enseñanza telemática pero la pandemia de la covid-19 ha obligado a ello. Sara apunta que «está funcionando bien, mediante diferentes plataformas, videotutoriales, correo electrónico, clases online, videoconferencias y también con al buena predisposición del profesorado y el alumnado».
La adaptación es clave en estos momentos y lo seguirá siendo. Sara reconoce que a la Escuela de Arte le da más miedo la vuelta a las aulas «porque va a ser un reto mantener todas las medidas de seguridad». Por ello, «la secretaria del centro ha trabajado mucho y ya tiene todo preparado por si tenemos que hacer pruebas de acceso a la universidad».
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