Entre el aprendizaje y las obras: así ha sido el inicio del curso escolar de una escuela infantil de Burgos

Los ruidos y vibraciones se han entremezclado con las enseñanzas de los más pequeños. «Se han tenido que amoldar los horarios de las obras con momentos de silencio para conciliar ambas partes», apuntan desde la dirección del centro.

De esta forma, los operarios se acercan sobre las 6:00 horas para iniciar las labores y a partir de las 9:00, con la actividad escolar ya en marcha, cambian la intensidad. «Por ejemplo, en las horas de la siesta, de 13:30 a 15:30 horas, hay un parón absoluto. No hay ruidos», continúan desde la dirección del centro.

«Queremos terminar las obras cuanto antes y que estas afecten lo menos posible al día lectivo. Hay que tener en cuenta que la cubierta se tiene que solucionar ante posibles nevadas futuras», señalan desde el centro.

CSIF ya ha puesto en conocimiento de la Dirección Provincial de Educación la situación y, tal y como exponen, propusieron un cambio en los horarios para que las obras no coincidieran con la actividad en las aulas.

Afirman que la propuesta fue aceptada, «manifestando que se pondrían en contacto con la empresa que realiza las obras para comunicarle lo acordado». Sin embargo, denuncian que pasados los días «los ruidos continúan y el horario de las obras sigue coincidiendo con el de los trabajadores y menores del centro».

Por este motivo, el sindicato exige a la Dirección Provincial de Educación «que se tomen medidas urgentes que garanticen el derecho de los trabajadores a una protección eficaz en materia de seguridad y salud». También solicitan que tenga en cuenta que a este centro acuden menores de muy corta edad «y que tienen la obligación de velar porque las obras no les afecten».