Secciones
Servicios
Destacamos
Los adolescentes españoles saben manejar los ordenadores y demás dispositivos electrónicos algo mejor que sus compañeros de los institutos europeos y bastante mejor que la media de alumnos del resto de continentes. Así lo certifica un estudio mundial que calibra el grado de competencia digital de los estudiantes de 13 años, en España los de segundo de la ESO, y para el que se examinó a 11.700 escolares de 508 centros públicos y privados de todas las comunidades autónomas y contó con información complementaria aportada por 6.200 de sus profesores.
El 'Estudio Internacional sobre Competencia Digital' (ICILS), elaborado en 34 países por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), explora en qué medida estos adolescentes se encuentran preparados para estudiar, trabajar y vivir en un mundo digital, valorando su capacidad de utilizar los ordenadores para informarse, investigar, crear contenidos y comunicarse en diferentes contextos. España participa por primera vez en el ICILS, que realiza este chequeo mundial sobre educación digital cada cinco años desde 2013.
El trabajo valora el rendimiento digital de los alumnos españoles con 495 puntos, lo que quiere decir que el 55% de ellos tiene un nivel medio o alto a la hora desenvolverse con todo tipo de ordenadores. Según esa cifra aún están bastante lejos del grado de formación de los chicos de 13 años de Corea del Sur, que desde la cúspide de la lista les sacan 45 puntos, lo que podría equivaler a un curso. Sin embargo, su nivel general es bueno y están dos puntos por encima de la media de sus compañeros de la UE y nada menos que 19 puntos mejor que la media de los 34 países del estudio.
Con esa puntuación, el nivel de conocimientos informáticos de los adolescentes españoles es equivalente al de los alemanes, franceses o italianos. Las comunidades con mejores resultados son Cataluña, Madrid, Asturias y Castilla y León, con entre 12 y 23 puntos más que la media española, que también mejoran, pero por menos La Rioja, Canarias y Cantabria.
Hay dos elementos que juegan a favor del buen rendimiento de los estudiantes españoles, que muchos de sus hogares tienen una conexión de calidad a internet y que disponen de al menos dos ordenadores, pero los factores que en realidad más diferencias marcan, para bien o para mal, son la renta y estatus de los padres, el origen de la familia y el sexo del alumno. Los alumnos de familias más favorecidas logran 69 puntos más de destreza informática que los más pobres (un curso y medio), los estudiantes españoles obtienen 28 puntos más que los de familia inmigrante y las chicas le sacan una distancia enorme a sus compañeros. Son nada menos que 19 puntos más diestras que ellos con el ordenador o la tableta.
Los tres factores se repiten en mayor o menor medida en los 34 países analizados, pero España es uno de los estados en los que estos desequilibrios sociales son menores, lo que demuestra que tiene un sistema educativo con una alta equidad, con capacidad para compensar en parte estas desigualdades de origen. Así lo demuestra que la bajada en destreza digital entre los adolescentes más pobres sea diez puntos menos pronunciada que en media de la UE y cinco puntos más baja que en el conjunto de países estudiados.
Los alumnos de segundo de la ESO españoles también destacan en otro punto. Hacen un uso más responsable de los dispositivos electrónicos que sus homólogos de otros lugares. Uno de los elementos que les ayuda para ello es que sus padres están entre los que más limitaciones de horas de uso de pantallas imponen a sus hijos en los días lectivos. Casi uno de cada seis adolescentes españoles tiene controles paternos los días de clase, lo que supone 17 puntos más que la media de la UE y 14 puntos más que en el resto de países. En festivos y fines de semanas las limitaciones se relajan, pero aún así las tiene un 32%, cinco puntos más que en Europa. Pese a la mayor vigilancia paternal, hasta el 40% de los adolescentes españoles a diario y el 68% en festivos usa las pantallas sin control.
El segundo factor que hace que los alumnos españoles tengan un manejo digital de más calidad es que superan la media europea de adolescentes a los que les forman en el instituto para un uso seguro y responsable de los equipos electrónicos y de internet. La diferencia aquí no es tan alta, pero están un punto mejor que la media.
El Ministerio de Educación considera que estos datos deberían ser aún mejores en el estudio que se publique el próximo lustro porque los estudiantes que hicieron estas pruebas en 2023 se formaron con los currículos de la antigua ley educativa, la Lomce, en la que la competencia digital tenía menos peso que en la nueva norma. La Lomloe, la ley que comenzó a implantarse en 2021, tiene a estos contenidos como una de sus ocho competencias clave, por lo que ha puesto en marcha materias específicas y enseñanzas de programación, al tiempo que imparte una formación específica en la disciplina entre los profesores.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.