Europa Pres
Madrid
Martes, 25 de junio 2019, 13:00
La educación vial regresa a las cárceles españolas para permitir la reinserción y reeducación de las 1.200 personas que se encuentran en prisión por delitos contra la seguridad vial en España. De éstos, 97 están en la cárcel por imprudencias graves al volante con ... resultado mortal.
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El programa permitirá que estos internos puedan, entre otras cosas, obtener el permiso de conducir clase B, y como novedad este año el de clase A2, estando en prisión, dado que la mayoría de éstos fueron encarcelados por circular sin carné. También hay un elevado porcentaje de presos por delitos relacionados con el consumo de alcohol y/o drogas al volante.
Se trata de una campaña que estuvo vigente entre 2009 y 2014, pero que la Dirección General de Tráfico (DGT), la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), la Asociación Española de Centros Médico-Psicotécnicos (ASECEMP), el RACE e Instituciones Penitenciarias han vuelto a poner en marcha. Se llevará a cabo en los próximos meses en un total de 48 centros penitenciarios de la mano de cerca de un centenar de autoescuelas adscritas a la CNAE.
Aunque el programa va dirigido, principalmente, a los 1.200 internos por delitos relacionados con el tráfico, también está abierto a todos los presos, en total 50.800, independientemente del delito que hayan cometido. En concreto, el programa permitirá que los presos interioricen valores cívicos en el uso de las vías públicas; adquirir el permiso de conducción tipo B2 (coche) y A2 (motocicletas con una potencia máxima de 35 kW) si no tenían previamente ninguno de ellos; reconducir conductas infractoras; sensibilizar del peligro del consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas mientras se conduce; y favorecer la capacitación laboral.
Además de poder obtener el permiso tipo A2, otra de las novedades de esta edición, la séptima, es que se impartirán cursos de sensibilización para la recuperación de puntos del carné. El programa también contará con los testimonios de víctimas de accidentes de tráfico.
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Para los exámenes, los reclusos se formarán en prisión con un profesor de autoescuela que se desplazará varias veces a la semana para impartir clases teóricas. El test será realizado en el mismo centro penitenciario bajo la supervisión de un examinador, que también se desplazará a prisión el día del examen.
En cuanto a las sesiones prácticas, cada centro penitenciario concederá al preso diferentes permisos, ya sea permiso ordinario adaptado a las clases o bien «salidas programadas», que se otorgarán cuando el recluso aún no tenga permiso penitenciario. Todos los interesados deberán pagar las tasas de examen y las clases, como cualquier otro ciudadano, así como pasar un examen psicotécnico.
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