Encarcelado un detenido por el posible homicidio de un empresario en Ciudad Real

El propietario de esta finca agrícola es uno de los arrestados por este presunto crimen y habría ejercido de mediador en la venta de una finca de este empresario de 58 años afincado en Alicante y dedicado a la venta de ropa, muebles y hortalizas, transacción por la que percibió una elevada cantidad económica. El otro detenido habría colaborado en su desaparición. Los dos estaban bajo sospecha desde hace meses, aunque no se han facilitado más detalles al estar declarada la causa bajo secreto de sumario.

A última hora del miércoles uno de ellos, identificado por las iniciales G. R. E., pasó a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Manzanares (Ciudad Real), encargo del caso. Tras tomarle declaración. el magistrado instructor decretó para él prisión provisional comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito de homicidio/asesinato. Se prevé que el otro sospechoso arrestado por la Guardia Civil comparezca este jueves ante el juez y previsiblemente podría correr la misma suerte jurídica, informa Europa Press.

Desde el pasado verano nada se sabía de Juan Miguel Isla, casado y con dos hijos, hasta que la Guardia Civil difundió a finales de enero imágenes de su vehículo, un Renault Clio de color gris, solicitando la colaboración ciudadana para su búsqueda. El coche fue hallado finalmente en un aparcamiento público a las afueras de Albacete. Posteriormente, el análisis de las imágenes de una cámara de videovigilancia que grabó la entrada del vehículo en la ciudad de Albacete reveló que otro hombre lo conducía, lo que indujo a los investigadores a pensar que su desaparición no había sido voluntaria.

Lo que también investiga la Guardia Civil es si los dos hombres detenidos están relacionados con la desaparición de otro empresario también en Manzanares: Jesús María González Borrajo, de 57 años. Se le perdió la pista en junio de 2019 después de que se hubiera desplazado a este municipio manchego desde Vitoria (Álava) para vender dos coches de gama y una finca valorados en unos 50.000 euros.

Este otro empresario, que se dedicaba al negocio de las máquinas tragaperras y estaba soltero, no llegó a tomar un vuelo a Paraguay el día siguiente de su desaparición como estaba previsto. En ambas desapariciones las señales de sus teléfonos móviles se perdieron en la misma zona de Manzanares.