Secciones
Servicios
Destacamos
María Ángeles llevaba treinta y un años en el hotel Acueducto, uno de los alojamientos históricos de la capital segoviana. Mejor dicho, 'lleva', porque sigue vinculada a la empresa, aunque está en situación de ERTE. Es gobernanta de piso y atesora una acreditada experiencia. ... La situación que ahora atraviesa no difiere demasiado de la que viven muchos de sus compañeros del sector hotelero segoviano, golpeadísimo por la crisis del coronavirus. ¡Parecía mentira, como de película, ver convertido el emblemático hotel Acueducto en 'arca de Noé' para la covid! «Llegó la pandemia, el hotel cerró y nos fuimos al ERTE -explica María Ángeles López-. El 1 de julio volvimos a trabajar y tuvimos un buen verano, dentro de las circunstancias, porque no faltaron turistas. En octubre, la empresa cedió las instalaciones para 'arca de noé' y en noviembre, el 16, volvimos al ERTE. Allí poco podíamos hacer porque Sanidad tenía incluso su propio personal de limpieza».
Terminada su función como 'arca de Noé', abierto ya el llamado centro covid de Segovia, el hotel Acueducto continúa cerrado y sus trabajadores en ERTE. La situación dura ya demasiado, pero lo peor es que no se ve el final del túnel. «Es muy complicado. Para empezar, las comunidades autónomas continúan cerradas, e incluso las provincias. Así es difícil que un hotel pueda funcionar. Los dueños lo están pasando mal y los trabajadores también. Porque tienes algo de dinero ahorrado y vas tirando... Si no, ¿qué haces? Tengo tres hijos y mi marido, que es cocinero, también está en ERTE. No es una situación precisamente ideal», afirma María Ángeles, que también ha tenido problemas con el SEPE: «El primer ERTE lo cobré a tiempo y bien. Los problemas llegaron con el segundo. Si este ERTE empezó el 16 de noviembre, el SEPE me pagó octubre entero, que lo había trabajado, y después todo noviembre, cuando solo había trabajado la mitad. Lo comuniqué para devolver el dinero. Ahora me reclaman 1.900 euros por los dos meses enteros, cuando, como mucho, me pagaron 400 euros de más. Estoy con las reclamaciones y con el futuro en el aire», se lamenta María Ángeles.
En una situación así, no queda otra que administrarse y mirar el céntimo: «Hay que organizarse. Tres hijos son tres hijos. Bajas a hacer la compra y ves que todo está muy caro. ¡Es una barbaridad lo que han subido los precios! Por lo menos, los bares están cerrados y eso que te ahorras... Pero hay gente que está sufriendo muchísimo, trabajadores de bares, restaurantes y hoteles... Es terrible. En Segovia es de lo que vivimos y ahora cruzas la avenida del Acueducto y, salvo uno, los demás están cerrados. Es muy triste verlo así todo». Lo peor de estar parado, amén de la preocupación económica, es el tiempo que tiene la cabeza para darle vueltas a todo: «Duermes mal, te despiertas y ya estás pensando. Los días, por otra parte, se hacen eternos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.