Detenido un cazador por matar a tiros a un pollo de quebrantahuesos en Albacete

La Guardia Civil de Albacete ha detenido a un hombre por un presunto delito contra la protección de la fauna por haber matado a tiros a un quebrantahuesos, especie en peligro de extinción. Los hechos ocurrieron en Nerpio (Albacete). El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil fue informado por la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía y por la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible de Albacete de la muerte de este ejemplar de quebrantahuesos, un pollo criado en libertad, hijo de una de las primeras parejas que se formó tras la reintroducción de esta especie en 2006.

Una vez analizado el cadáver de la rapaz en el Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de Albacete, se encontraron en el cuerpo 32 proyectiles de plomo de munición de caza. El quebrantahuesos portaba un GPS para estudiar sus movimientos y, gracias a esta circunstancia, se pudo identificar a las personas que pudieran estar desarrollando alguna actividad en la zona el día en que murió el animal. De esta forma, se identificó a un vecino de Murcia como presunto autor de los disparos que «efectuó a escasa distancia contra un ave de gran tamaño, por lo que resulta imposible confundirlo con cualquier otra especie cinegética», según informó este martes el portavoz de la Guardia Civil en Albacete, José Amado. Según la investigación del SEPRONA, el disparo se produjo de forma consciente y voluntaria por parte del que finalmente resultó detenido.

El arrestado, que ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción de Hellín (Albacete), podría enfrentarse a unas penas de prisión de seis meses a dos años, una sanción económica e inhabilitación para el derecho a cazar durante dos años.

El quebrantahuesos abatido, de nombre «Lopezosa», forma parte de una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, en la categoría de «en peligro de extinción», siendo el quinto pollo nacido en libertad proveniente de una de las primeras parejas en formarse tras la reintroducción de esta especie en 2006. Su reproducción en el medio natural resulta muy complicada pues después de 18 años del comienzo del proyecto de reintroducción tan sólo 17 pollos han nacido en el campo. Además de la caza furtiva, el uso de venenos y la proliferación de generadores eólicos y tendidos eléctricos son sus principales causas de muerte.

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