Detenida por golpear a su marido con un martillo en la cara

Los hechos sucedieron a las 23:30 horas del viernes. La víctima acudió por sus propios medios al albergue municipal de la calle Góngora para pedir auxilio. El hombre tenía una herida sangrante en el pómulo izquierdo.

Un técnico del centro telefoneó a la sala del 092 de la Policía Local, desde donde, a su vez, avisaron a la patrulla más cercana. Los agentes se entrevistaron con el herido, quien les contó que la agresión se había producido unos minutos antes en su domicilio.

Según relató la víctima, todo comenzó cuando llegó a casa, donde se encontraba su mujer y el hijo que tienen en común, de 5 años. Tras una discusión, su pareja supuestamente se abalanzó sobre él y le golpeó con el martillo en presencia del niño.

Los policías locales le preguntaron si era el primer episodio violento que había sufrido. El hombre les dijo que no, que un par de semanas antes, en otra discusión, ella le había golpeado también con un martillo en la cabeza. Cuando le preguntaron por qué no denunció, manifestó que por miedo a acabar detenido.

Los agentes acudieron inmediatamente a la vivienda. Llamaron varias veces al porterillo, pero nadie les abrió. Tocaron al de una vecina, quien, además de abrirles, les confirmó que había escuchado la discusión y cómo la mujer gritaba a su pareja.

Los funcionarios subieron hasta el piso en cuestión y llamaron a la puerta. Fue el niño quien les abrió. Al parecer, y siempre según las fuentes consultadas, el crío contó de forma espontánea que su madre había pegado a su padre con un martillo y que le había hecho sangre. La mujer, que estaba justo detrás, apartó al crío y contó a los agentes que, efectivamente, se había producido una discusión entre ambos, pero que su compañero sentimental se puso muy violento y que por eso ella se defendió con el martillo.

Los agentes le preguntaron dónde estaba el arma. Aunque al principio rehusó hacerlo, finalmente accedió a entregar el martillo, de 25 centímetros, que estaba escondido debajo del sofá de la vivienda.

Tras su detención, la mujer fue conducida a un ambulatorio de la capital para ser sometida a un reconocimiento médico. El hombre, por su parte, fue trasladado al Hospital Carlos Haya para que le hicieran pruebas por las lesiones que presentaba en el rostro. La Policía Local dejó al hijo en común bajo la custodia del padre mientras se investiga el caso.