En la hostelería lo tienen claro. Lo único que le piden al nuevo año es poder trabajar, estar abiertos, recibir clientes e intentar olvidar esté complicado 2020, en el que la pandemia de la covid-19 y las decisiones políticas les han obligado a estar ... cerrados (o trabajando a medio gas) durante la mayor parte del año. «Mi deseo para 2021 es que podamos trabajar, que este año ha sido muy duro», afirma sin ningún género de dudas Alicia García, de La Favorita. «La salud también, para superar la pandemia, pero trabajo, que lo necesitamos muchos», insiste.
García insiste en que «hay que intentar buscar el equilibrio entre la salud y la economía, y en algunas ciudades lo han conseguido». Y, para ello, las inspecciones y los controles son clave. «Al que lo haga mal, se le tiene que sancionar, pero no no podemos fastidiarnos un gremio entero porque cuatro lo hagan mal», se lamenta, después de ver cómo la mayor parte de las restricciones impuestas para frenar los contagios se han centrado en el cierre de la hostelería cuando la mayor parte de los hosteleros cumplen con las normas y el riesgo de contagio está en otros lugares.
«En los bares, las medidas sanitarias las cumplimos a rajatabla», afirma la propietaria de La Favorita. Obviamente, no todo el mundo lo hace, pero «la hostelería seria tenemos todas las medidas implantadas, cuidamos a nuestros clientes y estamos deseando que vuelvan a disfrutar de esos buenos momentos que se suelen pasar en bares y restaurantes». Alicia García insiste en que, haciendo bien las cosas, no hay más riesgo de contagio que en otros espacios, y se sanciona al que incumple, entonces se puede mantener ese necesario equilibrio entre salud y economía.
Ah, y un último deseo para los burgaleses, de parte de Alicia García y de todo el personal de La Favorita: «Que se cuiden muchísimo, que tengan mucha salud para que puedan volver a los bares».