Descubren en Toledo un taller textil de la Edad del Bronce

Las excavaciones arqueológicas realizadas este verano en el yacimiento de «El Montón de Trigo», en Los Yébenes (Toledo), han permitido descubrir un taller de fabricación de pesas de telar de la Edad del Bronce. Se trata del primer yacimiento de esta época en el que se ha podido documentar un taller textil completo.

El conjunto que ha salido a la luz se compone de una estructura de combustión de planta ligeramente ovalada – un horno- y cinco cubetas con paredes revestidas de adobe, tres de ellas en distintos niveles, lo que podría estar relacionado con el proceso de decantación de la arcilla que, mezclada después con pequeños granos de cuarcita, actuaba como desgrasante o ligante. Además, se han encontrado ocho pesas circulares sin cocer sobre una losa, junto al horno, y una pila de arcilla con restos de la materia prima empleada.

El horno desenterrado cuenta con paredes de adobe con evidencias de haber sido sometido a un calor intenso. De hecho, de su interior se ha retirado gran cantidad de carbón, actualmente en proceso de análisis. Según el equipo de arqueólogos que ha trabajado en estas excavaciones, este descubrimiento abre una nueva línea de investigación sobre una actividad y un tipo de espacio industrial poco conocidos en la prehistoria peninsular. Hasta ahora se sabía que la industria textil, tal y como la conocemos actualmente, se desarrolló a partir del Neolítico con la lana como importante activo.

El yacimiento arqueológico de «El Montón de Trigo» tiene 1.320 metros cuadrados de superficie y desde hace cuatro años es objeto de excavaciones por parte de arqueólogos de las universidades de Castilla-La Mancha, Granada y Lisboa bajo el control de la Universidad Complutense de Madrid. Su nombre obedece a su semejanza con un montón de trigo, efecto generado por el color amarillo de la hierba seca en verano. Hace 4.000 años estuvo habitado por comunidades de agricultores y ganaderos que tenían en la caza el complemento principal de su dieta.

Además, en uno de los lados del muro del poblado se ha descubierto un pasillo alargado de planta rectangular que sería el acceso para el ganado y los habitantes del asentamiento. También se han podido diferenciar las zonas doméstica e industrial del poblado, espacios delimitados por zócalos de piedra, muros de adobe y entramado de madera y cubierta vegetal. El suelo se componía de adobe prensado siendo el suelo del área doméstica horizontal e irregular el de la zona industrial, llegando a acumular un desnivel de casi un metro.

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